martes, 16 de diciembre de 2008

Los famosos desiertos. Lucas 4:1-12

“Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto por cuarenta días, y era tentado por el diablo. Y no comió nada en aquellos días, pasados los cuales, tuvo hambre. Entonces el diablo le dijo: Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan. Jesús, respondiéndole, dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios. Y le llevó el diablo a un alto monte, y le mostró en un momento todos los reinos de la tierra. Y le dijo el diablo: A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque a mí me ha sido entregada, y a quien quiero la doy. Si tú postrado me adorares, todos serán tuyos. Respondiendo Jesús, le dijo: Vete de mí, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás. Y le llevó a Jerusalén, y le puso sobre el pináculo del templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate de aquí abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden; y, En las manos te sostendrán, Para que no tropieces con tu pie en piedra. Respondiendo Jesús, le dijo: Dicho está: No tentarás al Señor tu Dios.” Lucas 4:1-12

Todos hemos sido tentados. No hay un sólo hombre en toda la Tierra y en toda la historia de la humanidad que no haya sido tentado. Hasta Jesús fue tentado. Así que por eso sabemos que Él nos entiende perfectamente por lo que pasamos y no sólo eso sino que en cada tentación nos ofrece una salida.

Pero de lo que quiero hablar en esta ocasión es acerca de las tentaciones en el desierto. Una cosa es ser tentado en nuestra vida diaria y en una situación “normal” y otra muy diferente es ser tentado en el desierto. Cuando tu vida NO está en un desierto las tentaciones tienen su alcance y sus repercusiones, pero cuando estás en un desierto las tentaciones tienen, definitivamente, un mayor alcance y mayores repercusiones.

Ahora bien, antes de seguir vamos aclarando que hay ocasiones que llegamos al desierto por haber sucumbido a una tentación, y cometimos pecado y esto nos llevó a un desierto. A un lugar solo, inhóspito, desagradable y una ausencia total de comodidades, pero hay otras ocasiones que somos llevados cuando estamos llenos del Espíritu Santo. Cuando llegamos al desierto por causa de nuestras acciones, este desierto sirve para tratar en nosotros el área en la que fallamos, obviamente ya que estamos en el desierto, Dios aprovecha para quitar “otras cosas” que nos afectan. Sucede muy a menudo que estando en el desierto, te das cuenta de lo que realmente te llevó a cometer la falta y la restauración es muy completa. Saliendo de ese desierto eres un poco más maduro y misericordioso, porque curiosamente, los desiertos hacen a la gente un poco más sensible y mucho más misericordiosa. Este tipo de tentaciones por lo general son muy “encubiertas” y disimuladas para engañarte y hacerte caer en pecado. Cuando cometes el pecado te das cuenta del engaño pero ya vas camino al desierto.

Ahora bien, estos desiertos de ninguna manera son una especie de penitencia, porque Cristo ha pagado el precio por todos nuestros pecados. Mas bien este tipo de desierto es una consecuencia natural de nuestras acciones. Tu pecado está perdonado, sólo estás sufriendo las consecuencias de tus actos.

Por otro lado, cuando eres llevado al desierto por el Espíritu y estando lleno del Espíritu Santo, sucede que en ese desierto surgen las tentaciones. En un lugar donde no hay agua ni comida, donde hay una enorme escasez de todo, aún de las cosas más básicas, una tentación puede ser más poderosa que estando en casa en un tiempo normal. En este nivel de tentación tú puedes aprender qué tan crecida está tu fe en Dios y en su palabra. Este tipo de desierto por lo general tienen un propósito muy definido por parte de Dios, y el diablo quiere que no se cumpla y por eso te tienta agresivamente y cínicamente.

Sus tentaciones en este nivel no son encubiertas, son directas, tales como si postrado me adorares y cosas por el estilo. En nuestros cinco sentidos esto no sería una tentación porque de inmediato lo mandaríamos a volar, pero estas tentaciones vienen en un desierto. Cuando el panorama cambia. Y gracias a Dios porque en nuestro espíritu hay un sello que dice propiedad eterna de Dios, que aún ahora lejos de esos desiertos sabemos que no dudaremos y que nuestro corazón y vida son de nuestro Padre. Pero es necesario saber por si algún día estamos en una situación así que sepas cómo hay que responder esas tentaciones; llenos del Espíritu Santo y con pura palabra…Escrito Está.

Armando Carrasco Z.

lunes, 8 de diciembre de 2008

¡Escrito está! Lucas 4:1-12

“Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto por cuarenta días, y era tentado por el diablo. Y no comió nada en aquellos días, pasados los cuales, tuvo hambre. Entonces el diablo le dijo: Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan. Jesús, respondiéndole, dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios. Y le llevó el diablo a un alto monte, y le mostró en un momento todos los reinos de la tierra. Y le dijo el diablo: A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque a mí me ha sido entregada, y a quien quiero la doy. Si tú postrado me adorares, todos serán tuyos. Respondiendo Jesús, le dijo: Vete de mí, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás. Y le llevó a Jerusalén, y le puso sobre el pináculo del templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate de aquí abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden; y, En las manos te sostendrán, Para que no tropieces con tu pie en piedra. Respondiendo Jesús, le dijo: Dicho está: No tentarás al Señor tu Dios.” Lucas 4:1-12


Ahora estudiemos otro aspecto del mismo pasaje. La primer tentación vimos que fue a nivel cuerpo, a nivel de la carne. Y el diablo se enfoca en el hambre y le dice a Jesús que convierta las piedras en pan, después la segunda tentación es a nivel alma donde le propone que lo adore y que le daría todos los reinos de la tierra. En esta parte el diablo comenta que a él le han sido entregados todos los reinos de la tierra. Vemos que empieza a usar argumentos válidos. Usa una tentación con argumentos verdaderos. Esto a mi me pone a pensar mucho. Porque el enemigo sabe perfectamente su situación y su derecho y trató de usarlo abiertamente con Jesús. El engaño no estaba en el argumento, el engaño estaba en lo que sucedería después si Jesús lo adoraba. Jamás le daría los reinos de la Tierra. Usó un argumento válido para prometer una mentira.

Pero el diablo va más lejos en la tercera tentación, usa las Escrituras para tentarlo. Le dice que se eche de lo alto del pináculo del templo y le recita el salmo 91 del versículo 11 al 12. “A sus ángeles mandará cerca de ti, que te guarden…en las manos te sostendrán, para que no tropieces con tu pie en piedra” El diablo usó la Biblia para tentar a Jesús. Usó la espada correcta con una motivación y un propósito incorrecto.

Ahora bien, Veamos las respuestas de Jesús en los tres niveles de tentación; en las tres uso las Escrituras. Aún cuando la tentación fue a nivel carne o alma o espíritu, Jesús usó la Biblia para contrarrestar las diferentes tentaciones del diablo. No confió en su fuerza de voluntad, no confió en sus conocimientos, sino que usó las Escrituras para vencer las tentaciones. Por eso toma fuerza su frase de “Escrito está”. El diablo pudo llegar con mil tentaciones, pudo usar la misma Biblia para tentarlo pero Jesús estaba cimentado en la Palabra de Dios. Su mejor contra-ataque fue la Palabra y ganó.

El diablo se sabe la Biblia de memoria, ha tenido muchos años para estudiarla y la usa en contra de los cristianos. Y lo peor es que a veces no llega tan directo como con Jesús, sino que además envuelve sus tácticas con confusión para que caigamos en sus redes. Por eso es tan importante que aprendamos a usar la espada del Espíritu que es la Palabra de Dios. No sólo a memorizarla sino a usarla correctamente. Es tan importante memorizarla como el usarla. Una forma de empezar a usarla es aprender a meditar en la Palabra, porque al hacerlo nuestra mente empieza a acomodarla en las situaciones que necesitamos para la vida. Cuando meditas la Palabra, profundizas en ella y te das cuenta del gran impacto y repercusiones que tiene para nuestra vida diaria, te das cuenta que la Palabra no es algo místico inalcanzable, sino que tiene poder para nuestras vidas. Te das cuenta que verdaderamente es una espada de dos filos. Que corta y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón (He 4:12)

La próxima vez que venga la tentación lo primero que debes hacer es saber que viene del enemigo, y que no importa lo que te diga aún usando la misma Biblia, y debes usar la Palabra para contrarrestarlo y salir vencedor. Y no olvides que todo enemigo que Dios pone frente a ti es porque tienes la capacidad de vencerlo.

Armando Carrasco Z

lunes, 1 de diciembre de 2008

Probado en todo. Lucas 4:1-12

“Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto por cuarenta días, y era tentado por el diablo. Y no comió nada en aquellos días, pasados los cuales, tuvo hambre. Entonces el diablo le dijo: Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan. Jesús, respondiéndole, dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios. Y le llevó el diablo a un alto monte, y le mostró en un momento todos los reinos de la tierra. Y le dijo el diablo: A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque a mí me ha sido entregada, y a quien quiero la doy. Si tú postrado me adorares, todos serán tuyos. Respondiendo Jesús, le dijo: Vete de mí, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás. Y le llevó a Jerusalén, y le puso sobre el pináculo del templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate de aquí abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden; y, En las manos te sostendrán, Para que no tropieces con tu pie en piedra. Respondiendo Jesús, le dijo: Dicho está: No tentarás al Señor tu Dios.” Lucas 4:1-12

No es casualidad la similitud de tentaciones que tuvo Adán con las que tuvo Jesús. Aquellas tentaciones en las que cayó Adán, Jesús tenía que reconquistarlas. Empecemos por partes. Antes de seguir quiero que tomes en cuenta que somos un espíritu que tiene un alma y que habita en un cuerpo.

Los deseos de la carne. En Génesis 3:6 vemos que la serpiente le dijo a Adán que “El árbol era bueno para comer” Un punto clave para el hombre es cuando cada 4 o 6 horas te das cuenta que eres hombre, que necesitas comer y beber para seguir viviendo. Digamos que le hambre es el grito tangible que nos dice que somos carne, vemos en toda la Biblia que el comer es una forma de darnos cuenta que somos carne. Este nivel de tentación fue a nivel cuerpo. Fue un ataque directo a la carne.

Cuando Jesús es tentado por el diablo le dice “…di a esta piedra que se convierta en pan.” El ataque fue al mismo nivel que a Adán, a la carne, al cuerpo que siente hambre. Y Jesús le contesta acertadamente “NO sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios.” No cayendo en la tentación de alimentar a la carne, estaba venciendo la tentación a nivel cuerpo.

Los deseos de los ojos. Vemos también que Adán fue tentado a través de sus ojos, dice la Biblia que él vio que el árbol era agradable a los ojos. Nuestros ojos es una parte del cuerpo que muy continuamente está recibiendo tentaciones, de ver lo que no debemos ver, muchas veces, pero muchas veces, sino es que siempre el ver nos lleva a tocar. Y nos metemos en problemas, así Adán no pudo resistir lo que estaba viendo y comió lo que no debía comer. Este tipo de
tentación es a nivel alma.

Pero gracias a Dios que Jesús si pudo resistir la tentación a nivel ojos y nivel alma. Cuando el diablo le “…mostró…todos los reinos de la tierra…” Jesús sabía muy bien quién era y lo frenó con “Vete de mi, Satanás, porque escrito está: al Señor tu Dios adorarás, y a Él solo servirás.” No sólo estaba venciendo la tentación sino que estaba estableciendo su distancia.

La vanagloria de la vida.
Dice la Biblia que el primer hombre vió que el árbol era codiciable para alcanzar sabiduría. Y Adán o pudo resistirlo, era demasiado, comer y ser como Dios y tener sabiduría. No pudo más y comió del fruto que no debía comer, perdiendo todo lo que Dios le había dado como dominio, la Tierra. Este nivel fue nivel espíritu.

Y nuevamente vemos a Jesús triunfando en este nivel de tentación, vemos que el diablo lo tienta diciéndole: “si eres hijo de Dios, échate aquí abajo…” el ataque fue directo a su divinidad. Pero la respuesta de Jesús fue fulminante y determinante. Le dijo: “Dicho está: No tentarás al Señor tu Dios.

Dice la Biblia que cuando el diablo hubo acabado toda tentación se marchó. Jesús fue probado en todo. No hubo nada en lo que no fuera tentado pero gracias a Dios que nada pudo hacerlo caer. Es bueno saber que él sabe por lo que pasamos tu y yo. El sabe que somos polvo, que habitamos en un cuerpo de carne, el sabe exactamente por lo que pasamos, por eso podemos confiar en Él y podemos descansar en que siempre nos dará una salida.

Armando Carrasco Z.

lunes, 24 de noviembre de 2008

Si Dios va, voy. Lucas 4:1

“Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto” Lucas 4:1

Vamos por partes, porque este versículo tiene muchas cosas que analizar, primero veamos que Lleno del Espíritu Santo, es necesario hacer un hincapié que dice lleno, creo que si lo dice es por alguna razón, no creo que sólo sea para adornar el pasaje, hemos visto en este estudio de Lucas de las diversas personas que fueron llenas del Espíritu Santo. Es un estado del hombre que se puede alcanzar, no todos los cristianos son llenos del Espíritu. Si así fuera no se haría la mención de esta manera, “lleno” Entonces vemos que Jesús estaba lleno del Espíritu Santo. Hay muchas cosas que sólo podemos hacer o pasar si somos llenos del Espíritu Santo. Por eso es tan importante llenarnos de ÉL, aprender a saturarnos hasta el límite de Él. Cada cosa tiene su importancia, una es creerle a Dios, otra, es Aceptar su perdón y su Gracia y otra es ser lleno del Espíritu Santo. Somos su templo y como tales debemos ser llenos de Él. Estamos diseñados para almacenar toda la plenitud de la Deidad. Por eso creo que la Biblia enfatiza acerca del ser llenos del Espíritu Santo. Ya hablaremos en otros pasajes acerca de esto.

Después de esto vemos que dice que Jesús volvió del Jordán. Jesús sabía que tenía que bautizarse, sabía que tenía que hacer algo importante en el Jordán fue y lo hizo pero no se quedó allí. Dice la Biblia que volvió del Jordán. Y esto debe ser una enseñanza para nosotros. Muchas veces Dios nos pide que hagamos algo en “El Jordán” y nos gusta tanto que queremos quedarnos en ese lugar. Pero debemos ir entendiendo que a Dios le gusta moverse. Durante toda la historia del hombre si hay una constante referente a Dios es que a Él le gusta moverse, y nosotros somos los que debemos seguirlo.

Yo creo que Jesús fue anunciado en el Jordán, que Juan preparó el camino para esta presentación celestial, recordemos que en el momento del bautizo de Jesús, se abrieron los cielos y se oyó la voz del Padre que dijo que Jesús era su hijo amado. Dios presentó a la humanidad a su hijo. Y a eso fue Jesús al Jordán a ser presentado. Pero no se quedó allí, el sabía que tenía que continuar con su misión y se oye muy fácil pero para nosotros siempre se nos hace más fácil quedarnos en un lugar donde Dios nos mandó. Pero es necesario que estemos pendientes y sepamos cuál es el siguiente paso.

Después vemos que fue llevado por el Espíritu al desierto. Dice que fue llevado, esto es par pensar porque muchas veces nosotros también somos llevados, aunque no lo busquemos somos llevados, el Espíritu Santo siempre te lleva a donde necesitas. Él nunca se equivoca. Debemos aprender a dejarnos llevar por el Espíritu Santo y no poner resistencia a sus planes, déjame decirte que hay veces que aún cuando pongas resistencia serás llevado a donde el Espíritu Santo te quiera llevar.

El desierto era el siguiente paso. Una vez que fue presentado al hombre tenía que ser llevado al desierto a cumplir con una misión de suma importancia que ya veremos en los siguientes estudios, pero por hoy analizaremos que fue llevado por el Espíritu Santo al desierto.

Y por último, dice que fue llevado al desierto. Las primeras veces que leí esto sinceramente no lo entendía a la perfección y aún hoy o alcanzo a entender completamente, pero lo que me ha quedado claro es esto; hay muchas, pero muchas situaciones que sólo se pueden llevar a cabo en un desierto.

Un desierto es un lugar muy especial que a todos nos da miedo ir y quedarnos solos, pero precisamente esa es una de las principales características del desierto; la soledad. Pero no sólo eso, en el día hace mucho calor y en la noche mucho frío-incomodidades- no hay agua ni comida-falta de suplir las necesidades básicas- No te queda más remedio que voltear al cielo. Y después de un tiempo en el desierto te das cuenta que con Dios puedes sobrevivir a donde sea, y valoras como nunca que Dios sea tu Papá. Hasta el grado terminar tu desierto diciendo: voy a donde sea siempre y cuando Dios vaya conmigo.

Armando Carrasco Z.

martes, 18 de noviembre de 2008

Directamente hijo de Dios. Lucas 3:23-38

“Jesús mismo al comenzar su ministerio era como de treinta años, hijo, según se creía, de José, hijo de Elí, hijo de Matat, hijo de Leví, hijo de Melqui, hijo de Jana, hijo de José, hijo de Matatías, hijo de Amós, hijo de Nahum, hijo de Esli, hijo de Nagai, hijo de Maat, hijo de Matatías, hijo de Semei, hijo de José, hijo de Judá, hijo de Joana, hijo de Resa, hijo de Zorobabel, hijo de Salatiel, hijo de Neri, hijo de Melqui, hijo de Adi, hijo de Cosam, hijo de Elmodam, hijo de Er, hijo de Josué, hijo de Eliezer, hijo de Jorim, hijo de Matat, hijo de Leví, hijo de Simeón, hijo de Judá, hijo de José, hijo de Jonán, hijo de Eliaquim, hijo de Melea, hijo de Mainán, hijo de Matata, hijo de Natán, hijo de David, hijo de Isaí, hijo de Obed, hijo de Booz, hijo de Salmón, hijo de Naasón, hijo de Aminadab, hijo de Aram, hijo de Esrom, hijo de Fares, hijo de Judá, hijo de Jacob, hijo de Isaac, hijo de Abraham, hijo de Taré, hijo de Nacor, hijo de Serug, hijo de Ragau, hijo de Peleg, hijo de Heber, hijo de Sala, hijo de Cainán, hijo de Arfaxad, hijo de Sem, hijo de Noé, hijo de Lamec, hijo de Matusalén, hijo de Enoc, hijo de Jared, hijo de Mahalaleel, hijo de Cainán, hijo de Enós, hijo de Set, hijo de Adán, hijo de Dios.” Lucas 3:23-38

Es necesario tener en cuenta una cosa; que mucho de lo que se escribió en los evangelios estaba dirigido a los judíos, a los cuales les importaba mucho las genealogías. Por eso en dos evangelios se escriben las genealogías completas de Jesús, una por parte de su “padre” natural (entendiendo que fue padre putativo) y otra por parte de su madre. Para los judíos esa básico saber de qué genealogía provenían, por eso es que se “gastan” muchas líneas en comentar la genealogía completa.

Sin embargo en nuestra situación la genealogía toma otra importancia; ahora no decimos “Ricardo, hijo de Fulano; hijo de Zutano…” ahora podemos decir Ricardo es hijo de Dios. Directamente. Un creyente en Cristo nace del Espíritu y es hijo directo de Dios. Esto es impresionante. Recordemos que estamos en el nuevo pacto. Donde las reglas son totalmente diferentes al antiguo. Si tu hijo se convierte a Cristo no van decir Ricardito, hijo de Ricardo hijo de Dios, sino también es directamente hijo de Dios. Porque la obra que hizo Jesús fue la de llevarnos al Padre de manera directa, dice la Biblia que nos dio potestad de ser hechos hijos de Dios, (Juan 1:12)

Ahora bien, mientras que cuando Adán pecó y su descendencia heredó el pecado de manera automática, con nuestros hijo sucede lo mismo, la salvación por parte de nuestro Padre no trasciende a nuestros hijos de manera directa, ellos necesitan recorrer su propio camino. Gracias a Dios por la promesa de que si creemos en Cristo seremos salvos nosotros y los de nuestra casa. Vemos en toda la Biblia que a Dios le gusta salvar familias.

Esto nos pone en la situación de confianza para poder seguir nuestro cristianismo seguros de la promesa de Dios, sin dejar de hacer nuestra parte para que nuestros hijos crezcan en el conocimiento de Dios.

Entonces vemos que nuestra genealogía es directa con Dios sin embargo se han hecho estudios de las genealogías a partir de que una persona se convierte a Cristo y los resultados han demostrado que muchas generaciones son bendecidas por la decisión de un hombre. Estas generaciones son de personas de bien, en todas las áreas. La bendición de ser hijo de Dios si trasciende a nuestras generaciones.

Tú eres importante para Dios, independientemente si tus papás fueron cristianos o no. Tú eres importante para Él. Tu naciste del Espíritu y tu descendencia es directamente de Él. Tus genes espirituales provienen de manera directa de parte de Dios. Eres hijo de Dios. Literalmente.

Armando Carrasco Z

lunes, 3 de noviembre de 2008

Cronos y Kairos. Lucas 3:23

“Jesús mismo al comenzar su ministerio era como de treinta años, hijo, según se creía, de José, hijo de Elí.” Lucas 3:23

A veces cuando empezamos nuestra vida cristiana y entendemos que tenemos un propósito pero no tenemos claro el panorama de nuestro llamado, queremos empezar inmediatamente a servir. Recibimos a Cristo y al año ya queremos ser pastores. Pero aquí vemos que Jesús empezó a los treinta años. Nació y se preparó y ya vimos que creció en gracia y sabiduría. No empezó su ministerio cuando tenía doce años, no empezó cuando sus padres lo perdieron por tres días, empezó a los treinta años. El tiempo le da un bouqué a nuestras vidas que no le puede dar otra cosa. La experiencia genera recursos que no se pueden obtener de ninguna otra manera. El tiempo es importantísimo para nuestro crecimiento cristiano. Nuestro carácter sólo será bien formado si pasa por el método y proceso que sólo el tiempo puede dar.

Hay cosas que se pueden recibir por gracia y por dones. Pero hay otras que Dios las da hasta que haya pasado un buen tiempo por nosotros una serie de experiencias. El tiempo tiene la capacidad de cambiar la perspectiva de cómo vemos la vida y las situaciones. Por ejemplo cuando visitas alguna casa en la que viviste de niño, te das cuenta que el patio no era tan grande como siempre lo habías recordado. Hoy ves ese patio con otra perspectiva. Igual pasa en nuestra vida. Pasamos por una situación y con el paso de los años lo vemos de manera diferente.

No te desesperes. Tal vez ya estés seguro de tu propósito y de tu llamado. Pero ten confianza en la enorme sabiduría de nuestro Papá. Hay un tiempo específico para que empieces tu ministerio. No trates de “apresurar” el arranque de tu llamado, no trates de darle una ayudadita a Dios para ejercer tu ministerio, mejor prepárate lo mejor que puedas en este tiempo.

Y aprovecho para hablar del Tiempo Cronos y del Tiempo Kairos. Cronos se refiere al caminar natural del tiempo, y Kairos a aquellos momentos de oportunidad. Cronos es el tiempo de nuestro reloj y Kairos son momentos donde se nos presenta una oportunidad con límites establecidos. Nuestro deber como cristianos es prepararnos en el Cronos para que cuando venga el Kairos lo aprovechemos al máximo.

Creo que muchos de nosotros podríamos aprovechar mejor nuestros Kairos si entendiéramos que el Cronos es ideal para prepararnos. Cuando vemos desde esta perspectiva el tiempo, nos damos cuenta que tanto el Cronos como el Kairos son importantes para el desarrollo de nuestro propósito o llamado.


Cuando estamos en el Cronos llegamos a desesperarnos por no ver el Kairos pero si estamos concientes, será mejor tener mucho Cronos para poder prepararnos mejor para el Kairos.

Nota importante: Todos tienen sus Kairos. Absolutamente todos tenemos Kairos, el problema es que muchas veces no las aprovechamos y perdemos la oportunidad y muchos ni siquiera somos capaces de reconocer los Kairos. A muchos les gusta vivir siempre en el Cronos y otros esperan tanto el Kairos que no aprovechan el Cronos. El punto sabio y prudente es reconocer ambos periodos, y en usar cada uno de acuerdo a sus características, en el Cronos podemos prepararnos y en el Kairos hay que actuar, movernos, tomar decisiones.

Hay Kairos que sólo podemos explotar si aprovechamos nuestro Cronos. A veces el tiempo Cronos es muy prolongado y su Kairos sólo dura muy poco tiempo.

Armando Carrasco Z

lunes, 27 de octubre de 2008

Es tu Papá. Lucas 3:21-22

“Aconteció que cuando todo el pueblo se bautizaba, también Jesús fue bautizado; y orando, el cielo se abrió, y descendió el Espíritu Santo sobre él en forma corporal, como paloma, y vino una voz del cielo que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia.” Lucas 3:21-22

Este relato está muy esperanzador e impresionante. Empezamos viendo que ya había un furor en el pueblo judío por bautizarse. Todo mundo quería hacerlo, había un hambre y expectativa por lo que Dios estaba haciendo que todo mundo corría a bautizarse. La única forma que había en ese momento era bautizarse, muchos de ellos conocían a la perfección lo que la ley exigía para estar a cuentas con Dios, pero con el pasar de los años se daban cuenta que no era suficiente, que llevar un sistema religioso bastaba para estar bien con Dios, y ahora que se presenta la oportunidad de restablecer su comunión con Dios la única manera que encontraban a la mano era el bautizo de Juan. Se preparaba el terreno para la manifestación de Cristo en la Tierra.

Y en medio de ese “mover” del bautizo de Juan, aparece Jesús y también se bautiza. Y dice la Biblia que estaba orando cuando sucedieron tres cosas tremendas, Punto uno dice que el cielo se abrió, en lo natural podemos interpretar que las nubes se hicieron a un lado o que resplandeció más el sol, pero creo sinceramente que se refiere a algo más que eso, el cielo se abrió nos habla de una actitud de Dios para con Jesús, diciéndole, Hijo mío este cielo es tu casa y todo lo que hay en él es para ti, a partir de hoy puedes hacer uso de todos los recursos que hay en el cielo.

Punto número dos
, dice que descendió el Espíritu Santo en forma de paloma, esta parte del pasaje me fascina, porque vemos al Espíritu Santo entrar en acción y vemos que a partir de allí Jesús empieza a manifestarse a los hombres, ahora quiero hacer un comentario al margen, a través de toda la Biblia vemos que Dios se presenta al hombre de maneras muy diferentes una con otra y casi nunca se repite, se presentó como una zarza ardiendo, se presentó como una nube, como columna de fuego, como un silbo apacible, en fin de muchas maneras, y en esta ocasión no es la excepción y se presenta como paloma. Ahora bien, creo personalmente que Dios, al presentarse de maneras diferentes lo hizo para que el hombre no encajonara a Dios con un símbolo o imagen. Y siento que lo mismo hizo con la paloma, pero el hombre ha querido encajonar al Espíritu Santo con una paloma y ahora hay de todo tipo de souvenir con una palomita refiriéndose al Espíritu Santo. No estoy en contra de usar imágenes para comunicar algo, es más he escrito un libro acerca del asunto, sin embargo si estoy en contra de creer que el Espíritu Santo es una palomita. No, no y no. El Espíritu Santo es Dios y es una persona. Y está aquí en la tierra, es la promesa cumplida de que no quedaríamos huérfanos.

Punto tres, dice la Biblia que se oyó una voz del cielo que decía Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia. Dios confirmando su relación de Padre con Jesús. Vemos en los evangelios que Jesús nunca llamó a Dios por Jehová, sino que siempre le habló por “Padre”.

Ahora imagínate que un día se abran los cielos para ti, que Dios te de a entender que todos los recursos del cielo están disponibles, que se manifieste el Espíritu Santo en tu vida y que se escuche la voz diciéndote: Tú eres mi hijo amado; en ti tengo complacencia. Jesús ya recorrió el camino. Todo está listo para que busques a Dios como Papá. Te lo dejo de tarea.

Armando Carrasco Z.

lunes, 20 de octubre de 2008

Herodes y Herodías. Lucas 3:17-20

“Su aventador está en su mano, y limpiará su era, y recogerá el trigo en su granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará. Con estas y otras muchas exhortaciones anunciaba las buenas nuevas al pueblo. Entonces Herodes el tetrarca, siendo reprendido por Juan a causa de Herodías, mujer de Felipe su hermano, y de todas las maldades que Herodes había hecho, sobre todas ellas, añadió además esta: encerró a Juan en la cárcel.” Lucas 3:17-20


La primera parte de este versículo se refiere a un sistema para separar el trigo en el granero y dejar la paja aparte, los granjeros “aventaban” el trigo al aire y separaban la paja del trigo, por lo que Juan usó esta ilustración para hablar de la separación de los hijos de los hombres y los hijos de Dios, empezaba otro vislumbramiento del Reino, los nacimientos de los hijos de Dios.

Dice también que con otras muchas exhortaciones anunciaba las buenas nuevas al pueblo, Juan empezó el anuncio de las buenas nuevas. El fue el precursor de las buenas noticias para el hombre. Los judíos esperaban al Salvador de Israel pero Dios les dio algo mucho mejo, dio al Salvador del mundo y empezó un nuevo y mejor pacto. Las buenas nuevas eran acerca del nuevo pacto.

En este mismo pasaje vemos que Herodes encerró a Juan en la cárcel, se sabe que los “Herodes” eran toda una dinastía y este en particular coincidió su vida con las vida de Jesús por eso es muy mencionado en los evangelios, Herodes practicaba la religión judía por conveniencia pero realmente llevaba una vida para agradar a los romanos.

Herodes tuvo un primer matrimonio pero lo desbarató por unirse a su sobrina, Herodías, hecho que le causó muchos problemas, Herodías era muy ambiciosa y constantemente influía sobre Herodes para que hiciera cosas para engrandecerse, por ejemplo, en una ocasión lo convenció de que fuera a ver a Calígula para que lo hiciera Rey, pero sus planes salieron mal y empezó su caída.

Por otro lado Juan, cada vez que lo veía, le comentaba que no estaba bien que se uniera con su sobrina y esto hacía que lo odiara Herodías, así que cuando Herodías le pide la cabeza Herodes le cumple.

Aquí vemos una enseñanza muy clara, después de que Juan enseña sobre las buenas nuevas del Reino, este evangelio habla de Herodes, al principio del pasaje dice que separará la paja, y vemos que no importa si alguien “importante” que practicaba la religión judía, realmente lo que importa es el corazón y vemos que Herodes era parte de la paja que Jesús a su tiempo separaría.

Actualmente, hay mucha gente así, gente importante que en apariencia es buen devoto de una religión pero en su corazón y con su vida se puede ver que no conoce a Dios ni tiene temor de Él. No me refiero a aquellos que son hipócritas, me refiero a aquellos que llevan una vida públicamente doble, que asisten a sus reuniones religiosas públicamente y públicamente hacen lo contrario, son cínicos, que no les importa más que su bienestar egoísta.

Otro personaje que vemos es el de Herodías que influía tremendamente sobre Herodes. Y lo mismo en la actualidad vemos que una mujer puede influir para bien o para mal a un hombre. Cuando se juntan dos egoístas el resultado casi siempre es una relación como la de Herodes y Herodías. Que quiero sólo hacer lo que les conviene.

Hay un ley espiritual que dice que espíritus iguales se juntan, en lo particular creo que este pasaje lo confirma porque hasta son iguales en el nombre. Creo que todos llevamos un poco de Herodes en el corazón, y debemos eliminarlo. Ser egoísta en el Reino es imposible, la forma de vida Herodiana no cabe en el Reino. Donde una de los motores de acción es el amor y servicio a nuestros semejantes.

Armando Carrasco Zamora

lunes, 13 de octubre de 2008

Tu vida jamás será la misma. Lucas 3:10-14

“Como el pueblo estaba en expectativa, preguntándose todos en sus corazones si acaso Juan sería el Cristo, respondió Juan, diciendo a todos: Yo a la verdad os bautizo en agua; pero viene uno más poderoso que yo, de quien no soy digno de desatar la correa de su calzado; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.” Lucas 3: 10-14

La expectativa es un terreno fértil para los milagros y las convicciones masivas. Siempre que Dios se ha movido se ha generado expectativa. La gente abre su corazón y su mente se prepara para recibir más de Dios. El diccionario dice que expectativa es la “Esperanza de realizar o conseguir algo y la posibilidad razonable de que algo suceda”. Entra en juego la razón, no sólo la fe. Por eso es que el ambiente se carga de posibilidades y entra después de ver lo que se logra con la fe.

El alma humana está preparada para esto, para generar expectativa, de hechos que hemos visto y que sabemos que pueden suceder otra vez, en este caso, Juan había estado hablando fuertemente al pueblo judío y estaban sucediendo muchas cosas con esos sermones, la gente quería comprometerse a buscar nuevamente a Dios y le preguntaban que qué hacían con sus vidas. Y en ese ambiente de expectativa se hacen una pregunta en sus corazones, no dice que le preguntan a Juan, sino que dentro de sus corazones se preguntaban si Juan sería el Cristo, el Salvador de Israel. Ellos tenían el conocimiento de que algún día vendría el Salvador y se estaba generando la expectativa para recibirlo. Jesús no vino sin expectativa.

El pueblo de Israel tenía una expectativa tremenda por recibirlo, obviamente se llevaron una sorpresa porque lo esperaban de otra manera, pero lo que nos ocupa en este espacio es que había mucha expectativa por recibirlo.

Juan alcanza a discernir lo que había en sus corazones y les contesta a su pregunta. Les dijo que él bautizaba en agua, pero que uno más poderoso que él bautizaría en Espíritu Santo y fuego. El jamás quiso ocupar la posición de “salvador de Israel”, él siempre le dio su lugar a Jesús y siempre como uno mayor que él. Creo que hoy en día deberíamos hacer siempre lo mismo. Siempre deberíamos darle el lugar que le corresponde a Cristo que Él sea Rey y Señor de nuestras vidas.

El bautizo de Juan se refería a un arrepentimiento, a partir de la ley, todavía no se manifestaba Jesús y todavía no empezaba el nuevo pacto, por lo que Juan usó el bautismo para atraer a la gente a Dios. Pero el mismo dice que el Cristo bautizaría en Espíritu Santo y fuego. Fue como una enseñanza de lo que pasaría con los creyentes.

Bautizo significa “sumergir completamente en” El bautismo no es un chorrito de agua en la cabeza, el bautismo es sumergirse completamente. Juan lo hacía con su gente y Cristo lo hace con los suyos. Cuando una persona nace de nuevo es sumergido completamente en Dios. No es una probadita es el total de lo que Dios nos da. Cuando Cristo se manifiesta en una persona lo sumerge al cien por ciento en Él.

Esta es una experiencia que ha cambiado millones de vidas desde hace más de dos mil años. Sumergirse en el Espíritu Santo ha cambiado muchas vidas, ha salvado personas, familias y países. No hay nada que pueda comprarse con esto. No hay religión en todo el mundo que pueda, no sólo prometer, sino experimentar esto. Porque no se trata de una experiencia “mágica” ni “ritual” se trata de una experiencia de acercamiento con el Dios vivo. Se trata de un contacto entre Dios y sus hijos. Y no un contacto leve o “light” se trata de un completo sumergirse en Él.

Dios no se anda con pequeñeces, cuando el da, lo da todo. Hasta su hijo, esa fue la prueba mayor que lo mucho que nos ama y de lo mucho que está dispuesto a darnos. Si nos ha dado a su hijo ¿qué más no nos dará?

Esta es la razón por la que muchos de nosotros quedamos cautivos en Él, después de un completo sumergirse en Él no podemos mas que quedar a sus órdenes al 100%, quedamos atrapados en su amor.

No dudes, déjate bautizar por Él. Sumérgete en el Espíritu Santo y fuego. Tu vida jamás será la misma.

Armando Carrasco Z.

lunes, 6 de octubre de 2008

¿Qué haremos? Lucas 3:10-14

“Y la gente le preguntaba, diciendo: Entonces, ¿qué haremos? Y respondiendo, les dijo: El que tiene dos túnicas, dé al que no tiene; y el que tiene qué comer, haga lo mismo. Vinieron también unos publicanos para ser bautizados, y le dijeron: Maestro, ¿qué haremos? Él les dijo: No exijáis más de lo que os está ordenado. También le preguntaron unos soldados, diciendo: Y nosotros, ¿qué haremos? Y les dijo: No hagáis extorsión a nadie, ni calumniéis; y contentaos con vuestro salario.” Lucas 3:10-14


Aquí se empezaba a vislumbrar parte de la economía del Reino. Porque mucho de la práctica de la religión judía de esos tiempos era mucho de guardar formas sólo para cumplir con los formatos establecidos por los hombres, pero se olvidaban de su prójimo. Llegó a ser más importante cumplir los formatos que ayudar al prójimo. Era más importante lo que la gente decía de la gente que el ayudarse entre sí.

Por eso cuando la gente le pregunta a Juan, movidos por una convicción interna muy fuerte, ¿qué haremos? Juan les responde que ayuden a su prójimo. No les dice quédense con nada pero ayuden a su prójimo, les dice si ya tienes suplida tu necesidad y la de tu familia, y tienes otra túnica más o más comida, entonces ayuda a tu prójimo.

Después vemos a otro grupo de personas, unos publicanos, que eran cobradores de impuestos, al principio los cobradores de impuestos eran respetables pero con el paso del tiempo se hicieron de mala fama por cobrar de más y abusar de la gente, y por otro lado cuando un publicano era judío, lo expulsaban de la sinagoga quedando relegado de la vida religiosa de ese tiempo. Por eso se puede entender que tenían una necesidad espiritual y se puede entender la respuesta de Juan, que les dice: No exijáis más de lo que os está ordenado. Este es otro principio del Reino, el principio de la integridad.

Más adelante vemos que hasta los soldados le preguntaron “¿qué haremos?” esto nos permite ver la calidad de unción que se cargaba Juan, que provocaba una reacción aún entre militares, afamados por su fuerte y reacio carácter. Y Juan inmediatamente les pide tres cosas 1) que no hagan extorsión, 2) que no calumnien y 3) que se contenten con su salario. Los rangos de autoridad militar sea la policía o cualquier otro sistema de protección o de guerra tienen una autoridad que mal empleada los lleva a abusar de su autoridad para generar más ingresos personales. Esto ha existido desde siempre.

Es curioso que los tres grupos de personas preguntaran los mismo “¿qué haremos?” como vimos en el estudio anterior es una pregunta común aún en nuestros días cuando nos topamos de frente con Dios. Tu vida no puede seguir igual después de un encuentro divino. No es posible ver y escuchar a Dios y seguir igual. La pregunta es natural pero lleva mucho de sobrenatural. ¿Qué haremos? Ahora bien ¿tú crees que ellos no sabían lo que debían hacer? Las respuestas de Juan en todos los casos fueron obvias. Porque ellos sabían lo que tenían que hacer pero no lo hacían. Tal ves ellos pensaban que Juan les pediría algún tipo de penitencia que se cuadrara más con su esquema religioso. Pero cuando Juan les pide cosas muy específicas coherentes con su vida diaria, creo que los sorprendió. Cuando tú le preguntes a Dios ¿qué haré? No te sorprendas si te pide cosas que tú sabes que tienes que hacer.

Yo no se si seas parte del gobierno, yo no se si seas parte del sistema militar o si eres un ciudadano civil, pero créeme hay una respuesta para ti. Ayuda a tu prójimo. Piensa en tu prójimo como si fueras tú mismo. Aclaro esto no es el hacer obras para alcanzar el cielo, es caminar en las obras como resultado de haber alcanzado el cielo. Las obras no te llevan al cielo, el cielo te lleva a las obras. Acuérdate que tus acciones determinan el reino al que perteneces. Una vez que ha caído en ti la convicción de que eres hijo entonces el camino es portarte como hijo. A Juan no le preguntaron ¿en que creeremos? ¿cuál es la nueva doctrina? ¿cuál es lo nuevo de Dios? Ya creímos, ya sabemos que somos hijos de Dios ahora la pregunta es ¿que haremos?

Armando Carrasco Z

lunes, 29 de septiembre de 2008

Ya lo hizo todo. Lucas 3:7-10

“Y decía a las multitudes que salían para ser bautizadas por él: !Oh generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, y no comencéis a decir dentro de vosotros mismos: Tenemos a Abraham por padre; porque os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras. Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto se corta y se echa en el fuego. Y la gente le preguntaba, diciendo: Entonces, ¿qué haremos?” Lucas 3: 7-10

Aquí vemos varias cosas interesantes. La primera de ellas es que en ese entonces se acostumbraba bautizar a los gentiles que deseaban pertenecer a la religión judía, además de bautizarlos circuncidaban a los hombres. Por lo que se hace interesante que Juan bautizara a los judíos. Era algo así como decirles lo alejados que estaban de Dios que ellos mismos necesitaban bautizarse. Era decirles que ser hijos de Abraham no alcanzaba para estar bien delante de Dios. Juan podía ver la verdadera necesidad de una relación personal con Dios y su forma de confrontarlos era bautizándolos. Y generaba una convicción tal que muchos de ellos sí se bautizaban.

Los judíos de ese tiempo estaban seguros que por ser descendientes de Abraham tenían derechos y privilegios, su vista se había nublado tanto que no podían darse cuenta de cuán alejados de Dios estaban, conocían el lenguaje, conocían las reglas, conocían la ley, pero no conocían a Dios. Muchos de ellos confiaban sólo en las tradiciones de su descendencia.

La palabra “arrepentimiento” lleva un significado de “girar” algo así como dar vuelta en “u”. Lo que Juan les estaba diciendo era retornen, giren y regresen. El deseaba que entendieran que iban en camino opuesto al de Dios y quería hacerlos reaccionar para que regresaran a Dios.

Precisamente por eso se le conoce al bautismo de Juan como bautizo de arrepentimiento. En ese momento no se había manifestado Jesús el Cristo, y el camino para encontrar a Dios a través del arrepentimiento, la gracia redentora del Padre todavía no se manifestaba, en ese entonces era necesario el arrepentimiento, el girar de su vida sistemática, de su vida religiosa y volverse a su Dios.

Probablemente Juan se refiera a ese árbol en el que el hacha está puesta al pueblo de Israel, que estaba listo para ser cortado, estaba a punto de finalizar el pacto de Dios con ellos y no faltaba mucho. Ya se acercaba el tiempo cuando Jesús se manifestaría como salvador de las naciones y empezaría un nuevo pacto, dando por terminado el antiguo pacto.

Juan estaba presenciando en su espíritu el final del pacto que Dios tenía con los judíos. Y no podía menos que hablarles duro y fuerte y muchos reaccionaban, tal vez no alcanzaban a darse cuenta de la magnitud de lo que pronto sucedería pero algo en su interior los redargüía y preguntaban angustiados “¿qué haremos?”

Actualmente podemos ver los mismos síntomas con la gente que no ha tenido un encuentro personal con Dios, y cuando les hablamos su espíritu reconoce la voz de su Padre y no sabe distinguir lo grandioso que está por suceder en su vida y sólo alcanza a preguntar “¿qué tengo que hacer?” sólo que ahora es diferente, ahora la gracia opera de manera definitiva y contundente y nuestra respuesta es “no tienes que hacer nada, Él ya lo hizo todo” sólo cree.

Armando Carrasco Z

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Los desiertos. Lucas 3:1-6

“En el año decimoquinto del imperio de Tiberio César, siendo gobernador de Judea Poncio Pilato, y Herodes tetrarca de Galilea, y su hermano Felipe tetrarca de Iturea y de la provincia de Traconite, y Lisanias tetrarca de Abilinia, y siendo sumos sacerdotes Anás y Caifás, vino palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto. Y él fue por toda la región contigua al Jordán, predicando el bautismo del arrepentimiento para perdón de pecados, como está escrito en el libro de las palabras del profeta Isaías, que dice:

Voz del que clama en el desierto:
Preparad el camino del Señor;
Enderezad sus sendas.
Todo valle se rellenará,
Y se bajará todo monte y collado;
Los caminos torcidos serán enderezados,
Y los caminos ásperos allanados;
Y verá toda carne la salvación de Dios.”

Lucas 3: 1-6

En este pasaje que prepara la presentación de Juan en su ministerio hace mención de los gobernantes políticos en esa época y hace mención de los gobernantes espirituales. Pero vemos algo curioso; el sumo sacerdote en el puesto era Caifás, pero su suegro, el cual había sido antes el sumo sacerdote, ahora era quien verdaderamente manejaba las cosas. Esto aclarará algunas cosas durante nuestro estudio de Lucas.

Dice la Biblia que siendo ellos los gobernantes tanto políticos como espirituales, vino palabra de Dios a Juan. Muchas veces va a venir palabra de Dios cuando se junten ciertas variables, en este caso no podemos ahondar mucho sobre el tema pero es claro que Dios quería dejar un mensaje cuando menciona la ubicación en el tiempo de los que gobernaban en ese entonces.

Y dice que la palabra que vino a Juan vino en el desierto. Esta palabrita no nos gusta nada de nada. Siempre que leemos desierto la leemos con mucho respeto y a veces hasta con temor. Porque nadie quiere estar en los famosos desiertos, sólo por confirmar “desierto” se relaciona con momentos, situaciones o circunstancias dolorosas y de soledad que debemos pasar en determinados tiempos. Puede ser una enfermedad, una situación económica difícil, un problema sentimental o familiar, bueno…hay un sin fin de desiertos. Pero aunque estos desiertos no nos gusta ni mencionarlos, cuando nos damos cuenta son tiempos donde Dios envía su palabra a nosotros, esto no quiere decir que no la envíe cuando no estamos en desierto, pero es muy común que Dios nos hable casi audiblemente cuando estamos en un o de ellos. Pareciera ser que el desierto es un excelente lugar para estar sensibles a Su Voz. Es un lugar donde no hay “distracciones” que nos desvíen de lo que Dios quiere que escuchemos. Eso es un desierto. Y lo curioso es que una vez que lo pasamos, vemos todo con otra perspectiva y hasta comentamos por todo lugar a donde vamos que “hemos pasado por un desierto”.

Sólo los que hemos pasado desiertos entendemos a profundidad lo que significa un desierto. En todos sentidos, desde lo que se sufre hasta lo mucho que se recibe. Hay ocasiones que la única manera en que podamos atender la voz de Dios a plenitud es estando en un desierto. Escuchamos su voz los domingos pero no provoca cambios, escuchamos su Voz mientras oramos y leemos pero no pasa nada entonces vamos al desierto y allí estamos listos para que la voz de Dios venga a nosotros.

A un desierto no puedes ir por tu voluntad, a un desierto llegas sin que tú quieras. De repente te encuentras en ese lugar con sol, cansado con sed y con una tremenda soledad y desesperanza. Y de noche con frío y miedo. El tiempo pasa lentamente. Y de repente oímos Su voz y aunque estamos en un desierto todo cambia. Él nos sostiene y nos guarda y nuevamente cuando te das cuentas has salido del desierto. Con una perspectiva de la vida y de tu situación completamente diferente. El desierto es un tiempo para estar a solas con Dios.

Armando Carrasco Z

lunes, 15 de septiembre de 2008

Crecimiento con sabiduría. Lucas 2:51-52

“Y descendió con ellos, y volvió a Nazaret, y estaba sujeto a ellos. Y su madre guardaba todas estas cosas en su corazón. Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres.” Lucas 2: 51-52

Después de todo la respuesta de Jesús a sus padres en el pasaje anterior no fue por “rebeldía”, empezaba a mostrar dónde estaba él para cuando alguien quisiera estar con Él. A primera instancia pareciera que fuera una respuesta rebelde pero aquí vemos que no es así, vemos que el estaba sujeto a ellos. El principio de la obediencia es piedra angular en Jesucristo y en su obra, porque hubo un momento en que la salvación de la humanidad radicó en su obediencia. Y desde niño vemos que fue obediente y sujeto a sus padres. Realmente lo que pasó en el templo fue para dar un mensaje: quien quiera hablarme sabe dónde encontrarme no es necesario “andar buscándome” como si él estuviera perdido. Él siempre ha estado donde debe estar, los perdidos somos nosotros.

En este pasaje dice que María guardaba todas estas cosas en su corazón, ni las desechaba pero tampoco las andaba publicando, ella vivió desde que el ángel Gabriel le dijo que se embarazaría y desde allí ella vio muchas cosas. Y todas, porque dice todas las guardaba. Creo que esto deberíamos aprenderle a María, porque muchas veces Dios nos deja ver algunas cosas espirituales pero suceden dos cosas; hay algunos que las desechan y otros que las publican. Creo que muchas de las cosas que Dios nos da, por un tiempo debemos guardarlas en nuestro corazón y a su tiempo sabremos qué hacer con eso que vimos.

Vemos que la parte final del versículo que dice que Jesús crecía en estatura y en sabiduría. Crecer en estatura sin sabiduría te lleva al fracaso, toda empresa, sea un negocio o un ministerio puede crecer en número (estatura) pero si no crece en sabiduría pronto tendrá problemas muy serios. El crecimiento sin sabiduría siempre genera problemas. Debemos desarrollar nuestro crecimiento junto con la sabiduría para que podamos establecernos mejor.

Y por último dice que crecía…en gracia para con Dios y para con los hombres. Esto es impactante por dos razones, la primera es que la gracia es desarrollable, una vez que la gracia llegó a tu vida puedes crecer en ella, o puedes estancarte. La gracia puede crecer. Eso no cabe en mi entendimiento, pero así es. Creo que se requiere de todo un libro para hablar de cómo crecer en la gracia. Pero por el momento nos quedamos con la enseñanza de que se puede crecer en la gracia.

Por otro lado vemos que también crecía en la gracia para con los hombres, por lo que vemos que hay dos tipos de gracia una para con Dios y otra para con los hombres. Por lo general cuando tienes la gracia de Dios, lleva una gracia delante de los hombres, pero muchas veces puedes tener gracia delante de Dios y no tener mucha gracia delante de los hombres por el tipo de cosas que haces. Una de ellas es por cosas que afectan a terceros, que son necesarias pero que a otros no les gusta, y la otra es en aquellas personas que cometen un pecado, que Dios los perdona, los restaura y los coloca en mejores posiciones que antes, en una total gracia de Dios. Pero el hombre sólo alcanza a perdonar (si acaso) pero no entiende la restauración completa. Y deja de generar gracia para esa persona. Esto sucede muy a menudo, me acuerdo de una frase que me impacta mucho: “Dios perdona y el hombre también. Dios olvida, el hombre nunca”.

Entonces, tenemos que esforzarnos en crecer en lo material, físico en estatura o número cuidando también el crecimiento de la sabiduría, y crecer en la gracia delante de Dios cuidando también crecer en la gracia delante de los hombres.

Armando Carrasco Z.

lunes, 8 de septiembre de 2008

En la casa de Papá. Lucas 2:48-50

“Cuando le vieron, se sorprendieron; y le dijo su madre: Hijo, ¿por qué nos has hecho así? He aquí, tu padre y yo te hemos buscado con angustia. Entonces él les dijo: ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar? Mas ellos no entendieron las palabras que les habló.” Lucas 2: 48-50


Ya vimos que tanto José como María vivieron unos días de angustia por no encontrar a sus hijo, fue terrible para ellos y cuando por fin lo encuentran le “echan” toda la culpa a Jesús, lo que suena diferente y retador es lo que Jesús les responde: ¿Por qué me buscabais? Parece tan obvia la pregunta que a primera vista pareciera que así como María y José se equivocaron al culpar a Jesús, también se estaría equivocando, pero no es así. Su respuesta lleva mucho de fondo. Porque esa pregunta sigue vigente. Y nos la hace a nosotros ¿por qué me buscas? Si ya sabes dónde estoy. Sus padres no lo sabían, por eso les dice ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar? En otras versiones de la Biblia dice ¿No sabías que en la casa Padre me es necesario estar? Creo que con este significado nos quedamos. Jesús está en la casa de su Padre, no hay que buscarlo por todos lados.

Hay mucha gente que busca a Dios en religiones, en sectas, filosofía, pero Él no está allí, aún en círculos cristianos lo andan buscando en congresos o el domingo o con el pastor, pero Él no está allí. Él se encuentra en la casa de su Padre. Si quieres platicar con Él, lo único que tienes que hacer es ir a la casa de su Padre y seguro lo encuentras. No has escuchado gente que dice “voy a buscar a Dios” ó “busca a Dios” refiriéndose a la oración. En lo particular creo que es un mal término para los cristianos decir “busca a Dios”, Nosotros sí sabemos dónde está.

Lo impresionante de todo esto es lo siguiente. La casa de Dios somos nosotros. Dice la Biblia que Él no habita en templos hecho por manos humanas, sino que habita en nosotros. Si tu quieres hablar con Dios sólo ve a donde está no tienes que andar buscándolo. Ya sabes dónde está. NO está en un templo, NO está en el cielo, está en ti.

Por otro lado dice la Biblia que somos piedras vivas, todos los que creemos en Jesucristo somos como piedras vivas, y juntos podemos construir un habitáculo para que Dios more entre nosotros, dice su Palabra que donde dos o mas se reúnen en su nombre Él está allí. Por lo que podemos concluir que Dios puede hablar contigo en ti, pero también puede hablarte a través de su Cuerpo aquí en la Tierra que es la Iglesia. Y no me refiero a que vas a encontrar a Dios en un lugar físico, en un edificio, sino en un lugar donde estén reunidos dos o más cristianos en su nombre.

A Dios le gusta hablarnos en persona, pero también le gusta hablarnos por medio del cuerpo, no hay en toda la Tierra un hombre o una mujer que tenga toda la revelación de Dios. Pueden tener fragmentos y algunos más que otros pero ninguno que tenga todo el conocimiento de Dios. Es imposible. Por eso necesitamos de todos, lo que uno no tiene lo encuentra en otro. Y viceversa.

Entender este principio nos lleva a madurar. Porque cuando necesitamos de Dios hay un lugar donde está, no hay que ir muy lejos ni pasar tres días buscándole Él está en la casa de su Padre, Él está en su cuerpo aquí en la Tierra. Este principio nos mantiene humildes. Nos cerca de tal manera que no podamos creer que somos los únicos que tienen la verdad absoluta. Necesitamos de todo el cuerpo. Allí en medio está Él. NO le andes buscando ni desgastándote por tres días. Si José y María hubieran sabido desde un principio dónde estaba se dirigirían directamente allí. Nosotros si sabemos dónde está.

No gastes tiempo buscándolo, mejor pasa es tiempo con Él. Te repito. Ya sabes dónde está.

Armando Carrasco Z.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Inteligencia y buenas respuestas. Lucas 2:41-48

“Iban sus padres todos los años a Jerusalén en la fiesta de la pascua; y cuando tuvo doce años, subieron a Jerusalén conforme a la costumbre de la fiesta. Al regresar ellos, acabada la fiesta, se quedó el niño Jesús en Jerusalén, sin que lo supiesen José y su madre. Y pensando que estaba entre la compañía, anduvieron camino de un día; y le buscaban entre los parientes y los conocidos; pero como no le hallaron, volvieron a Jerusalén buscándole. Y aconteció que tres días después le hallaron en el templo, sentado en medio de los doctores de la ley, oyéndoles y preguntándoles. Y todos los que le oían, se maravillaban de su inteligencia y de sus respuestas. Cuando le vieron, se sorprendieron; y le dijo su madre: Hijo, ¿por qué nos has hecho así? He aquí, tu padre y yo te hemos buscado con angustia.” Lucas 2: 41-48

Esta fue una situación como la que pasan muchos padres con sus hijos. Que de repente se les desaparecen de su vista pero meditemos un poco, cuando se nos desaparece un hijo de nosotros en la calle por unos minutos entramos en una angustia indescriptible, ahora imagínate ¡tres días! Sinceramente creo que María y José ya estaban desesperados por no encontrar a su hijo. Esas noches sin su hijo debieron haber sido interminables. Yo creo que durmieron muy poco.

Lo curioso es que la reacción de José y María fue la misma que la de muchos padres de hoy, cuando vieron a Jesús, lo primero que hicieron fue regañarlo, y fíjate que le dice “Hijo, porqué nos hecho así…” inmediatamente le echó la culpa a su hijo, igual que hacemos los padres de hoy. En esa edad la responsabilidad es de los padres. Porque los doce años es una edad de transición, es una edad donde los padres deben estar tanto o más al pendiente que cuando tenía 3 años. Esa edad de la adolescencia necesita a los padres muy de cerca. Pero cuando nos sucede algo así, actuamos inmediatamente echándole toda la responsabilidad a los hijos, No les decimos “perdóname que te perdí de vista” sino que inmediatamente igual que María decimos “¿porqué me haces esto?”. Vemos que José y María eran tan humanos como tú y como yo.

Analizando el versículo 47 dice que se maravillaban de su inteligencia y de sus respuestas, la palabra que se usa en este pasaje es "sunesis". que quiere decir rapidez de aprensión. El Nuevo Pacto usa dos términos para entendimiento; prhonesis y sunesis. La phronesis representa el lado práctico de la mente. Mientras que sunesis el lado que analiza y discierne. Por lo que podemos ver mas panorámicamente cuando conocemos el término de la palabra. Así que parafraseando el versículo lo podemos leer así: se maravillaban de su capacidad de analizar y discernir. Jesús a su edad ya tenía una buena dosis de analizar la Palabra y de discernirla. Tanto que los que lo escuchaban se maravillaban.

En lo particular creo que estas dos porciones en nuestro entendimiento deben ser desarrolladas desde que somos pequeños, tanto en lo natural como en lo espiritual. Analizar y discernir. Porque nos van a ser de gran utilidad en nuestra vida. Para mi esta es la razón de porque tantos cristianos metemos la pata muy seguido, por carecer de estas dos características que Jesús ya tenía a los doce años.

Analizar dice el diccionario es el estudio minucioso de una obra, de un escrito o de cualquier otro objeto de estudio intelectual. En otras palabras deberíamos tener el hábito de estudiar minuciosamente la Palabra. Y el diccionario dice que Discernir es Distinguir una cosa de otra, en otras palabras distinguir entre el bien y el mal. Entre la verdad y la mentira, parece ficción pero muchos cristianos no tienen la capacidad de distinguir entre su mano derecha de su mano izquierda. Si podemos desarrollar estas características en nuestras vidas desde temprana edad nos vamos a evitar muchos problemas.

También dice que se maravillaban de sus respuestas. y no es otra cosa que el resultado de ser analítico y tener buen discernimiento para dar buenas respuestas, de igual manera, cuando los cristianos demos buenas respuestas el mundo se va a quedar maravillado. La inteligencia (la sunesis) y las buenas respuestas siempre hacen que el mundo se maraville.

Armando Carrasco Z.

lunes, 25 de agosto de 2008

Gracias por tu Gracia. Lucas 2:40

“Y el niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios era sobre él.” Lucas 2:40

Bueno, ya vimos en el estudio anterior que todo lo que nace tiene un rumbo de crecimiento y de fortalecimiento. Y vimos también lo importante que resulta llenarse de sabiduría en dicho proceso, pero hoy veremos que de nada sirve crecer y ser fuerte y sabio si no tenemos la gracia de Dios sobre nuestras vidas.

Aquí, en este pasaje dice la gracia de Dios era sobre él. No dice que se esforzó por tener la gracia de Dios, dice que la gracia estaba sobre él. En la Nueva Versión Internacional dice “…y la gracia de Dios lo acompañaba” qué tremendo. Gracia es un regalo de Dios que no merecemos, según el diccionario de la Real Academia española de la lengua dice: Don o favor que se hace sin merecimiento particular; concesión gratuita. Es un regalo por vía de la concesión gratuita. No se tiene que pagar nada, no se tiene que hacer nada para recibirla, Dios da la gracia y punto.

Ahora bien para entender un sesgo de lo que quiere decir este pasaje cambiaremos la palabra gracia por la palabra “favor”, por lo que leeríamos : “y el favor de Dios era sobre él", de hecho en la traducción de Dios habla Hoy dice : “y gozaba del favor de Dios” Esto nos permite ver que Jesús contaba con el favor de Dios. No sólo crecía, no sólo se fortalecía, no sólo se llenaba de sabiduría sino que contaba con el favor de Dios. Cuando nos enteramos de personas que cuentan con el favor del gobernador o con el favor del jefe, que son personas que tienen todo el respaldo de quien le da el favor. Imagínate contar con el favor de Dios. Creo que lo que debemos a prender es a crecer en la gracia, como decía Pablo. Porque sin la gracia somos nada.

La gracia es lo que activa el crecimiento y fortalecimiento. NO hay crecimiento sin la gracia, no hay fortalecimiento sin la gracia aún en el mundo natural se necesita del favor de Dios para vivir. Es el motor de arranque y es el motor de mantenimiento en nuestras vidas. Si tu ministerio, si tu negocio o si tu familia están creciendo y fortaleciéndose, enfócate en cuidar ese crecimiento y da las gracias entendiendo que todo es por gracia. Sin la gracia, no se mueve nada.

Por otro lado podemos concluir que la gracia promueve la sabiduría. Una persona que ha entendió la gracia empieza por buscar ser sabio. Una persona que conoce de la gracia sin el entendimiento de sus propósito fácilmente tergiversa la enseñanza para obtener una licencia de abuso de autoridad. Pero cuando se te abre el entendimiento de la gracia, una de las primeras cosas que buscas es la sabiduría.

Ahora bien, los tres primeros puntos son muy notorios. Cuando algo que nace crece y se fortalece se nota todo mundo se da cuenta, cuando alguien es sabio todo mundo se da cuenta. Pero sucede algo muy curioso, cuando alguien o una empresa o congregación crece, el primer comentario es alabar a la persona o empresa que está creciendo y se dicen frases como “es muy listo” ó “es muy trabajador” ó “es que ora mucho” haciendo totalmente a un lado la gracia. Cuando vemos que alguien crece tendemos a admirarlo a él en lugar de ver quién le da la gracia para llegar a donde está. La gracia es el principal factor de crecimiento. Debemos tener ojos capaces de verlo. Por que sucede que hasta los que empiezan a crecer…ellos mismos creen que por sus habilidades llegaron a donde han llegado, muchos de ellos ni siquiera le dan gracias a Dios por sus vidas, creen que por sus talentos han logrado hacerlo. Una buena pregunta para valorar la gracia en nuestras vidas es ¿Te gustaría que oráramos para que Dios aparte de ti, su gracia por un sólo segundo? Pensarlo nos daría una proporción correcta de lo mucho que significa la gracia en nuestras vidas y lo mucho que dependemos de ella.

La gracia activa el crecimiento y fortalecimiento. La gracia promueve la sabiduría. Lo único que resta decir es gracias por tu gracia.

Armando Carrasco Z.

lunes, 11 de agosto de 2008

Crecer y Fortalecerse. Lucas 2:40

“Y el niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios era sobre él.” Lucas 2: 40

Hay mucha enseñanza en este pasaje. Primero dice que “el niño crecía y se fortalecía” A la manera natural de ver las cosas pues sólo podemos ver que su infancia se desarrollaba como todos los niños normales. Es un principio bíblico de que todo tiende a crecer. Es anormal que un niño no crezca. Lo normal es que crezca y se fortalezca. Cuando una empresa sea cual sea “nace” su paso natural es crecer, por puro principio bíblico y natural. Una congregación , un negocio, una asociación, lo que sea lleva este principio de crecimiento. Es anormal que algo que nace no crezca. Es anormal que algo que nace no se fortalezca. Por eso debemos buscar que nazcan cosas. Porque todo tiende a crecer y fortalecerse.

De igual manera con las cosas de la carne, si tú dejas que algo que “nace” en tu vida, un hábito, un pensamiento, una relación ilícita, lo que sea si lo dejas allí, su ruta natural es crecer. Aquí debemos aprender a abortar lo que viene en camino. Porque si lo dejas crece y se fortalece y después es más difícil sacarlo de nuestras vidas.

En ambos casos es necesario la “mirada de padre” porque cuando se es niño se necesita de los padres al 100%. En esta etapa de su vida Jesús necesitó de unos padres que cuidaran su crecimiento y desarrollo. Al igual nosotros cuando vemos nacer algo debemos cuidar su desarrollo y si es de la carne debemos evitar su crecimiento.

Pero quiero que se te quede bien grabado: La ruta natural y bíblica de todo lo que nace es crecer y fortalecerse, conociendo este principio te puede ayudar a desarrollar tu fe y desarrollar “tus ojos de padre”. Y ver grandes proyectos de Dios empezar con algo pequeño hasta convertirse en enormes obras. Y lo mismo ver una trampa que puede destruir a miles y destruirla a tiempo.

Por otro lado dice que se llenaba de sabiduría. Sabiduría es saber poner en práctica lo has aprendido. Por lo que implica conocer algo. No puedes tener mucha sabiduría si no te aplicas a estudiar los principios de la Biblia. Por el lado opuesto puedes llenarte de mucho conocimiento bíblico pero si no sabes cómo ponerlo en práctica eres carente de sabiduría. Por lo que podemos ver que Jesús no sólo estudiaba la Biblia sino que se llenaba de la sabiduría para poder ponerla en práctica. Conocía muy bien el sistema político de su tiempo así como la economía que se movía. Hizo muchas referencias al dinero y a la política de su tiempo. Tenía un conocimiento de las cosas y cuando había que comentar algo lo hacía con mucha sabiduría. Fueron palabras y frases que llevaban mucho filo, cortaban a cualquiera que las oía. Decir algo sólo por conocerlo es muy diferente a comentar algo con sabiduría. Dos personas pueden hablar del mismo tema con el mismo grado de conocimiento, pero uno de ellos le agrega sabiduría y la diferencia es abrumadora.

Esta es un área donde debemos agregar a aquello que estamos viendo crecer. Cuando abres un negocio o una congregación, su rumbo natural es el crecimiento. Y aquí está lo importante: En ese lapso de crecimiento debes checar que esté llenándose de sabiduría. Para que cuando crezca y se desarrolle su vida sea estable y permanente. De caso contrario tu empresa-sea cual sea- cuando sea grande en tamaño va a sufrir las consecuencia de la falta de sabiduría. Que la principal es no permanecer.

Muchas empresas, negocios, congregaciones, crecen y a la hora de tomar decisiones importantes su falta de sabiduría hace que todo se pierda.

El diccionario dice también que sabiduría es el cuidado en el comportamiento y modo de conducirse en la vida. Cuando ya somos grandes, después de haber crecido y fortalecido descuidamos nuestro comportamiento cuando debería ser al revés. Piensa en esto, de nada sirve crecer y fortalecerse si de pronto lo pierdes todo. Hay que crecer y fortalecerse para permanecer y trascender.

Armando Carrasco Z.

martes, 29 de julio de 2008

Se trata de obedecer. Lucas 2:39-40

“Después de haber cumplido con todo lo prescrito en la ley del Señor, volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. Y el niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios era sobre él.” Lucas 2: 39-40

Jesús vino a cumplir la ley y lo demostró desde que era un bebé, cumplió exactamente todo lo que la ley pedía. No hubo nada que él no cumpliera, así era necesario. Él mismo dijo que no vino a abrogar la ley sino a cumplirla. Cuando cumplieron todo lo que pedía la ley entonces regresaron a Galilea. Regresaron a su ciudad. A su lugar.

Hay ocasiones en la vida que se parecen a este pequeño pasaje. En estas ocasiones Dios nos pide algo, nos da un mandamiento que cumplir. Y debemos obedecer pero para hacerlo, tenemos que salir de nuestra “propia ciudad” no es fácil, es un poco complicado y nos mueve fuera de nuestra área de comodidad. No me refiero precisamente a salir de la ciudad donde vivimos. Me refiero a fuera de un lugar donde normalmente nos movemos. Cuando Dios nos pide algo así, es muy detallado, es un sentir claro. Y tenemos que movernos. Hacemos lo que tenemos que hacer y regresamos. Son como pequeñas misiones.

Lo comento porque debemos entender que nosotros formamos parte del Reino y como habitantes de dicho reino tenemos la obligación de obedecer las órdenes de nuestro Rey. Hay cosas que hacer en el Reino. Muchas veces tienes un camino que seguir y en el trayecto Dios te pide algunas cositas que debes arreglar antes de seguir tu camino y ni hablar hay que obedecer.

Y otras veces, tal como Jesús, ni siquiera vas…¡Te llevan! Las circunstancias son una herramienta muy poderosa para movernos. A veces no entendemos pero Dios usa las circunstancias para llevarnos a algún lugar donde Dios nos quiere. Y por más que nos resistimos llegamos a ese lugar.

Voy a ser mas claro, Supongamos que Dios tiene preparada para ti una gran prosperidad económica. Pero cuando te la va a dar se da cuenta que hay algo en tu carácter que debe quitar antes de prosperarte y decide llevarte a un lugar donde tratar esa parte de ti que te estorba. Entonces te saca de tu “lugar”, y te lleva a lo que muchos le llaman un desierto, yo le llamo sala de operaciones de alta tecnología, donde curiosamente lo que menos hay es anestesia. Todo lo que Dios te hace allí duele y duele mucho. Una operación a corazón abierto sin anestesia. Dios sabe que es necesario y muchas veces no lo entendemos y protestamos y chillamos, pero llega el momento de salir de la sala y…somos otros. hemos sido transformados por su poderoso amor. Entonces sí estamos listos para lo que viene. Y nos regresa a nuestro lugar de origen, a nuestra “Nazaret”. Pero ahora habiendo cumplido los requisitos.

En otras ocasiones Dios nos hace ver las áreas donde debemos cambiar pero no nos lleva a esa famosa sala, sino que nos pide que nosotros cambiemos. Y no es menos doloroso. Es algo así como la película de Rambo, donde el personaje se cosía el mismo las heridas. De igual manera, en esta etapa no hay anestesia.

Pongo un ejemplo, Dios te dice que ya no digas mentiras y que cuando las digas, vayas con quien la dijiste y el digas que fue una mentira que te perdone. Uy cómo duele. Nuestro orgullo se retuerce y nos duele hasta las entrañas. Pero igual que la sala es necesario. Y los mismo, una vez que cumplimos ese mandamiento, Dios nos regresa a nuestro camino.

Cualquiera que sea el caso, sucede. Debemos tener no una mente abierta, sino un corazón abierto para poder recibir todo lo que necesitamos de parte de nuestro Dios para poder seguir creciendo en Él.

Dios sabe qué nos pasaría si no vamos de vez en cuando a esa sala. Sólo Dios lo sabe.
Dios sabe qué nos pasaría si no hacemos lo que nos pide. Sólo Dios lo sabe.

Armando Carrasco Z.

lunes, 21 de julio de 2008

Él usa a quien Él quiere. Lucas 2:36-38

"Estaba también allí Ana, profetisa, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad muy avanzada, pues había vivido con su marido siete años desde su virginidad, y era viuda hacía ochenta y cuatro años; y no se apartaba del templo, sirviendo de noche y de día con ayunos y oraciones. Esta, presentándose en la misma hora, daba gracias a Dios, y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención en Jerusalén." Lucas 2: 36-38

En el mismo momento en que llegó Simeón al templo, impulsado por el Espíritu Santo, en ese momento esta también esta profetisa. También ya grande de edad. Había enviudado hace ochenta y cuatro años y siete que vivió con su esposo y- sólo por poner un número- 20 de soltera, probablemente esta señora tenía más de 100 años.

Era fiel a la oración, dice que servía de noche y de día con ayunos y oraciones. Yo creo que este personaje estaba conectado al mismo canal que Simeón. Ella estaba en el templo porque allí se pasaba el mayor tiempo posible. Si hubiera sido un apersona religiosa, hubiera llegado Simeón y escuchado lo que decía del niño y hubiera reaccionado de manera muy diferente.

No se pudo contener y empezó a hablar a todo mundo de Jesús, el Salvador. No sólo entendió lo que estaba sucediendo sino que actuó, y empezó a pregonar por todos lados del niño de maría y de José.

Es de notar que ambos, tanto Simeón como Ana, eran de edad avanzada. En esta ocasión Dios no eligió a jóvenes. Eligió a dos ancianitos. Por el momento no sé cuál haya sido la razón exacta por la que Dios se decidió por estas personas, pero en lo personal me fascina que mi Papá haga estas cosas.

El usa a quien Él quiere. No importa la edad que tengas Dios puede usarte, si te has dejado engañar que es la “nueva generación” (cuando alguien se refiere a los jóvenes) la que va a cambiar el mundo, déjame decirte que estás equivocado. La nueva generación no tiene nada de que ver con los jóvenes. La nueva generación son aquellos que entienden lo que está haciendo Dios y colaboran con Él. No importa la edad que tengas. Dios puede usarte.

Siempre hemos querido “echarle la bolita” a la nueva generación para que sean ellos los que cambien al mundo, pero no es así. El día que entendamos este principio vamos a avanzar más rápido en la extensión del Reino.

Lo primero que tienes que hacer es preguntarle a Papá cuál es el propósito por el cual te trajo a la Tierra. Todos tenemos un propósito, no hay nadie en todo el planeta que no tenga un destino y un propósito. El problema es que muchas veces ni siquiera preguntamos cuál es el nuestro y se nos pasa la vida sin caminar por el camino que Dios tiene para nosotros.

Esa es la nueva generación, la verdadera, aquellos que entienden lo que está haciendo Dios, aquellos que conocen su propósito y empiezan a caminar para alcanzarlo.

La próxima vez que te venga a la mente que tú ya no puedes hacer nada porque ya estás grande, desecha esa mentira, sintonízate con Dios y empieza a caminar. Simeón fue al templo a encontrase con Jesús, Ana vivía sirviendo con ayunos y oraciones. Estaban cumpliendo su propósito.

En esto tiempos de cambios en todos los niveles, necesitamos que tú conozcas el camino. Que sepas qué es lo que quiere Dios y que sepas para qué estás aquí.

Armando Carrasco Z.

lunes, 14 de julio de 2008

Caras vemos corazones no sabemos. Lucas 2:33-35

“Y José y su madre estaban maravillados de todo lo que se decía de él. Y los bendijo Simeón, y dijo a su madre María: He aquí, éste está puesto para caída y para levantamiento de muchos en Israel, y para señal que será contradicha (y una espada traspasará tu misma alma), para que sean revelados los pensamientos de muchos corazones.” Lucas 2:33-35

Ahora estudiaremos la parte final de este versículo. Simeón le estaba diciendo a los padres de Jesús que sería una señal que sería contradicha para que sean revelados los pensamientos de muchos corazones.

Los pensamientos es una de las cosas más íntimas de las personas. Nadie puede meterse a tu mente ni a tus pensamientos. Es algo personal, algo cerrado, sellado. En proverbios dice que somos lo que pensamos.

En México hay un dicho que dice: “Caras vemos, corazones no sabemos”. Y Dios lo sabe perfectamente. Creo que todos hemos conocido personas que por afuera son toda santidad y bondad pero cuando conocemos cómo son nos damos cuenta lo que verdaderamente son. En este caso lo podemos ver por sus obras. Peo hay casos en los que no puedes penetrar en lo más profundo de los pensamientos de las personas, es más no sabemos exactamente qué pensamientos tiene esa persona que aparenta una cosa y es otra. Y pasa lo contrario también hay personas que tienen cara de malos pero cuando los conoces te das cuenta que son buenas personas.

En el tiempo en que llegó Jesús a la Tierra se había tergiversado el concepto de Dios y de su Palabra. A tal grado que realmente no se conocía el verdadero pensamiento de los hombres, muchos de ellos ya no creían ni confiaban en Dios, sólo se limitaban a seguir las reglas impuestas por el sacerdocio de la época. Confesaban una cosa y hacían otra. Por eso cuando Simeón les comenta que Jesús era una señal que sería contradicha para revelar los pensamientos de muchos corazones. Cuando la gente conoció a Jesús muchos se sensibilizaron y lo siguieron y creyeron en él pero otros los que aparentemente conocían La Palabra de Dios, lo rechazaron y allí fueron revelados los corazones. Los que dicen ser siervos de Dios realmente tienen pensamientos contrarios a él.

Lo mas fuerte de todo esto es que Jesús en la actualidad sigue teniendo ese poder. Todavía hoy puede revelar los corazones. Los que hemos tenido la oportunidad de compartir las buenas nuevas, nos hemos dado cuenta de esto. Cuando exponemos la verdad se revela lo que piensan los que nos escuchan. Muchos que aparentan ser sensibles a Dios se ponen inmediatamente a perseguirlo y otros que se ven ingratos y con mala facha actúan a favor y deciden creer y seguir Sus pasos.

La Palabra de Dios tiene ese poder. Muchos la contradicen pero al momento son revelados los pensamientos de los corazones.

La pregunta es para ti. Cuando fuiste expuesto a Cristo qué pensamientos tuyos fueron revelados. Dios sabe lo que piensas y tú también lo sabes. Lo bonito de todo esto es que esos pensamientos son expuestos para hacer algo al respecto. ¿Cuáles son los pensamientos que se revelan cuando Cristo se nos presenta como señal?


Armando Carrasco Z

lunes, 7 de julio de 2008

Humanamente incomprensible. Lucas 2: 33-35

“Y José y su madre estaban maravillados de todo lo que se decía de él. Y los bendijo Simeón, y dijo a su madre María: He aquí, éste está puesto para caída y para levantamiento de muchos en Israel, y para señal que será contradicha (y una espada traspasará tu misma alma), para que sean revelados los pensamientos de muchos corazones.” Lucas 2: 33-35

La vida de Jesús fue llamativa desde que fue concebido. Yo creo que no había día que no se hablara de él o de los acontecimientos que sucedían alrededor de él. Al grado de que sus papás no dejaban de maravillarse. Por lo general cuando sucede un gran acontecimiento por mucho tiempo causa asombro pero después de un tiempo ya no causa la misma expectación. Pero con Jesús fue diferente porque no sólo fue asombroso el día de su concepción sino todos los sucesos que lo acompañaron mucho después.

Después de que Simeón cargó al niño y oró a Dios bendijo a José y a María. Y dijo tres cosas que debemos prestar atención.

Primero les dijo que Jesús sería puesto para caída y para levantamiento de muchos. Yo creo que en ese momento no se dieron cuenta de lo que estaba diciendo Simeón, es muy probable que ni siquiera el propio Simeón supiera con exactitud a qué se refería, pero dijo una gran verdad. Para nosotros es fácil entenderlo porque ya pasó mucho tiempo y podemos ver a qué se refería.

Una de las cosas que el hombre no puede entender es cómo es posible que Dios siendo Dios se haga hombre y prepare un camino hacia Él por medio de la gracia. Un camino en el que el hombre no puede hacer nada por salvarse. Dios hace todo. Esto simplemente no se puede comprender humanamente. Todas las religiones del mundo le piden al hombre que haga algo para irse al cielo pero Dios es el único que no pide nada. Te elige. Te da vida aún estando muerto en tus pecados, te da vida. Y este es el punto donde muchos se tropiezan y caen. Porque simplemente no lo pueden aceptar. Por el otro lado están aquellos que le creen y son levantados. Es tan fuerte el concepto de la gracia que muchos no lo aceptan porque simplemente no pueden creer que es por fe. Ellos quieren hacer obras.

La segunda cosa que les dice es que sería una señal contradicha, y efectivamente Jesús siempre fue una señal a Israel y muchos la contradijeron, a pesar de estar escrito en las escrituras, ellos rechazaron a Jesús, y al hacerlo quedaron expuestos sus corazones, lo que realmente había en ellos era un sistema religioso, en el que habían hecho a un lado a Dios, a tal grado que rechazan aquello que las mismas escrituras hablaban, no les importaba realmente, y quedaron expuestos los corazones. Aún en el día de hoy sigue sucediendo, hay muchas personas que realmente lo que les interesa es que el sistema religioso funcione, esté Dios o no.

Y también le dice a María que una espada traspasará su corazón. Creo que es fácil saber porqué. Jesús fue para María y para José su hijo primogénito. Lo amaron mucho como a cualquier hijo el corazón de María quedó ligado al corazón de Jesús como el de toda madre. Ella no sabía lo que verdaderamente vino a hacer Jesús. Por eso cuando empezó a vislumbrar lo que le pasaría empezó un sufrimiento que debió haber sido muy doloroso. Ver a su primogénito se torturado injustamente y después verlo crucificado, de verdad debió haber sido difícil. Para ella era su hijo, tal vez había entendido quién era Él, pero en cariño era su hijo.

En las películas de espadachines se ve falsamente que una espada atraviesa a una persona y se muere al instante, por lo general un espada provoca una muerte lo suficientemente lenta para estar conciente de lo que pasa. El dolor que sufrió María fue lento. Duró muchas horas y fueron desgarradoras. Si bien fue elegida para darle vida a Jesús también fue elegida para soportar su muerte. Las muchas horas de felicidad que vivieron juntos también se vieron empañadas de lágrimas cuando tuvo que soportar ver a su hijo pasar por ese viacrucis.

Armando Carrasco Z.

sábado, 21 de junio de 2008

Obedece el impulso. Lucas 2:28-32

“Él le tomó en sus brazos, y bendijo a Dios, diciendo: Ahora, Señor, despides a tu siervo en paz, Conforme a tu palabra; Porque han visto mis ojos tu salvación, La cual has preparado en presencia de todos los pueblos; Luz para revelación a los gentiles, Y gloria de tu pueblo Israel.” Lucas 2: 28-32

Ya hemos visto que Simeón había tenido una promesa de parte de Dios para ver al Salvador. Y vemos que en este versículo dice que lo tomó en sus brazos. Cuando Simeón vio con sus ojos la promesa hecha realidad la tomó en sus brazos. La tocó, la sintió, no fue indiferente ni le dio cabida a la duda. Sino que la “abrazó”. Yo creo que nosotros debemos hacer lo mismo.

En verdad creo que muchas veces Dios nos da primero una promesa y después nos la manda, pero cuando llega sólo la vemos pasar, y no la abrazamos. Esto es importantísimo. El ya tenía toda un vida recorrida y cuando ve que se cumple la palabra de Dios la abraza y lo primero que dice es “Ahora, Señor, despides a tu siervo en paz…” él sabía que pronto se iría de este mundo pero lo haría sabiendo que pudo ver y tocar la promesa de Dios.

Y toda su confianza en ver la promesa viva está en lo que dice enseguida “Conforme a tu palabra” Dios le había dado una promesa de que vería al Salvador, pero también él estaba convencido porque así lo decían las escrituras. Cada vez que Simeón leía la Escritura se daba cuenta de que un día llegaría el Salvador, por eso cuando puede ver esa promesa hecha realidad lo primero que hace es abrazarla. Cuando tú veas que la promesa de Dios se materializa ¡Abrázala! No la dejes ir. ¡Tócala!

Una cosa es tener la promesa y otra es verla. Mientras tienes la promesa vives en expectación y es muy emocionante, pero nada se compara cuando puedes ver esa promesa. Es muy emocionante todo el proceso. Primero escuchar la promesa, desde allí empieza la emoción, porque en ese momento no ves nada de nada. Y empiezan a surgir las preguntas “¿ Y cómo le hará Dios para cumplir su promesa?” y pueden pasar años y nosotros no ver siquiera el más mínimo indicio de que la promesa se acerque, y cuando llega es verdaderamente extraordinario. Por eso debemos ser sensibles a los impulsos del Espíritu Santo. Simeón sintió el impulso del Espíritu y obedeció. Y pudo ver la promesa cumplida. Se llenó de paz.

Estaba tan fuerte la unción en ese momento sobre Simeón que dijo un concepto muy interesante, Dijo varios pero en esta ocasión vamos a estudiar uno, dijo: “Luz para revelación a los gentiles” aparentemente no es nada, pero si analizamos que los Judíos creían que los gentiles eran cosa aparte y que no podían “juntarse” con ellos para no contaminarse. Decir esas palabras de que Jesús sería Luz para revelación para los gentiles, estaba proyectando algo importante en la historia. Realmente no se si Simeón se percató de la dimensión de lo que estaba diciendo. Pero si sé que sería de los primeros en decir que Dios se empezaría a revelar a los gentiles.

La llegada de Jesús a la Tierra trajo una luz que nos lleva a la revelación. Desde que Jesús vino a la Tierra hay una luz que ilumina a los gentiles a la revelación, nada mas y nada menos que Pablo conoció a Jesús por pura revelación. A él nadie le predicó a el le fue revelado y aunque era judío Jesús le fue revelado de esa manera porque Pablo fue llamado a los gentiles, y su encuentro fue por revelación. El conoció a Jesús de la manera en que los gentiles lo conocerían, por revelación.

Todo lo que desencadenó el haber obedecido un impulso del Espíritu Santo. Lo vio, lo abrazó y profetizó. La próxima vez que sientas un impulso del Espíritu Santo obedécelo. Te vas a sorprender de todo lo que puede suceder.

Armando Carrasco Z.

jueves, 12 de junio de 2008

Como la tos y el dinero. Lucas 2:25-27

“Y he aquí había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, y este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él. Y le había sido revelado por el Espíritu Santo, que no vería la muerte antes que viese al Ungido del Señor. Y movido por el Espíritu, vino al templo. Y cuando los padres del niño Jesús lo trajeron al templo, para hacer por él conforme al rito de la ley…”
Lucas 2: 25-27

Hay varias cosas que debemos analizar en este pasaje, este hombre Simeón había tenido una revelación del Espíritu Santo en la que entendió que no moriría sin antes ver al Ungido del Señor, esto es a Cristo. Esta revelación que recibió transformó su vida entera. Cuando Dios te da un mensaje de ese calibre tu vida no puede ser la misma, el sabía que no podía morir si primero no veía a Cristo. El lo sabía, imagínate que Dios te diga algo parecido, simplemente estarías a la espera.

Pero vemos que dice que “el Espíritu Santo estaba sobre él” estas son las pequeñas frases que a mi en lo particular me fascinan. Muchos hablan de la universalidad del Espíritu Santo. Pero cuando vemos que dice específicamente y detalladamente que estaba sobre él podemos ver que el Espíritu Santo puede estar sobre una persona o no. Una cosa es que como cristiano recibas a morar dentro de ti a Dios y otra es que esté sobre ti. Lo que yo puedo decir es que es una manifestación de su presencia. No estoy hablando de su omnipresencia que está en todos lados, sino de su presencia manifiesta. Dios manifestándose con una persona y en una persona. En un momento y lugar determinado, no es como su omnipresencia, que está en todo lugar y a toda hora, sino que Dios se manifiesta en un lugar y en una hora específica. Tanto que la agente que lo ve no puede negar su manifestación. Si no fuera así nadie hubiera sabido ni se hubieran dado cuenta que el Espíritu Santo estaba sobre Simeón. Es notorio, cuando el Espíritu Santo está sobre una persona, es algo así como la tos y el dinero, no se puede ocultar, o como dice el anuncio de Chivas Regal, se tiene o no se tiene.

En personal creo que muchos de los que han entendido esto también han abusado de manipular el auditorio para que se manifieste su presencia, pero la genuina manifestación no se puede imitar. Porque los frutos son innegables, si vas a una reunión que hacen todo un show para que Dios se haga presente y no hay fruto tangible, el que sea, crecimiento en la palabra, amor, perdón, sanidad interior, sanidad física, el que sea pero tangible, porque muchas veces hay reuniones muy emotivas que en el momento decimos “qué fuerte se sintió la presencia de Dios” pero cuando todo se termina y analizamos los frutos vemos que sólo fue emoción, sin embargo cuando en una reunión, tal vez sin mucho show, se manifiesta, lo primero que queda impregnado es el fruto, podemos decir cosas tangibles de esa reunión.

Pues este Simón tenía una genuina manifestación de su presencia en su propia vida y era notorio, Dios le hablaba en persona, le decía exactamente lo que sucedería, estaba Simeón tan familiarizado con la voz del Espíritu Santo que cuando fue movido por Él, no tuvo la menor duda y se dirgió al templo justo cuando José y María estaban presentándolo en el templo.

Era un momento espiritual importante, la presentación del Hijo de Dios en el Templo, cumpliendo con todas las ordenanzas de la ley. Era el momento de la presentación. Y fue en ese momento que Simeón reconoció que Jesús era el Ungido del Señor, el Cristo.

Dice la Biblia al principio de este pasaje que Simeón esperaba la conslación de Israel, cuando caminas un tiempo con el Espíritu Santo una de las cosas que suceden es que estás sensible, puedes tener la dimensión coerrcta de lo que está pasando espritualmente. La mayoría de la gente esperaba ver un Rey natural para que retituyera a Israel, un Rey que reconquistara la tierra, pero Simeón no, el esperaba al Ungido como un consuelo para su pueblo, el veía la dimensión correcta de lo que estaba sucediendo en el plano espritual. Cuando tú andas en el Espíritu y su presencia se va manifestando contigo, estás en sintonía con lo que está sucediendo en los terrenos espirituales.

Armando Carrasco Z.

lunes, 26 de mayo de 2008

No lo olvides nunca. Lucas 2:22-24

“22 Y cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, conforme a la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor (como está escrito en la ley del Señor: Todo varón que abriere la matriz será llamado santo al Señor), y para ofrecer conforme a lo que se dice en la ley del Señor: Un par de tórtolas, o dos palominos.” Lucas 2: 22-24

Jesús nació bajo la ley, así era necesario para que se pudieran cumplir muchas profecías y muchas promesas, era necesario que el naciera bajo la ley y que la cumpliera. Lo cual hizo desde que nació, sus padres observaron todas las leyes judías. Y cuando Él era mayor las siguió por si mismo.

El entendía perfectamente que debía cumplir con la ley, es más dijo que él no venía a quitar la ley sino a cumplirla.

Ahora bien la cuestión importante de este asunto es el siguiente, muchas veces hemos tomado ciertas enseñanzas que se dan bajo la ley como si fueran para nosotros, en ese momento no quiero poner ejemplos específicos, porque no es el objetivo de esta clase, pero si quiero enfatizar que muchas cosas que hizo Jesús y que dijo fueron bajo la circunstancia de estar cumpliendo la ley.

No podemos generalizar que todo lo que Hizo Jesús es para nuestros tiempos, es importante porque muchas veces se han llegado a exageraciones en algunas enseñanzas, cuando nosotros podemos entender que por estar bajo la ley Jesús tuvo que hacer y decir muchas cosas, podemos tener una mejor interpretación de su mensaje.

Yo creo, precisamente por eso, que Pablo (“curiosamente” el apóstol a los gentiles) tuvo una revelación de Cristo posterior a su vida en la Tierra. Pablo lo conoció de otra manera, y sus epístolas nos dejan ver muchas cosas interesantísimas de Cristo.

Cuando estudies la Biblia, debes estudiarla toda, se dice que la Biblia tiene la asombrosa característica de explicarse a sí misma, no podemos tomar solo unos versículos aislados y crear toda una doctrina de eso, es necesario tener el panorama más amplio posible que podamos para poder entender lo que Dios quiere que entendamos.

Sin embargo, no se trata de complicar y enredar la enseñanza con doctrinas complejas, al contrario se trata de hacer sencillo el mensaje. Pero es tan fácil equivocarse y tomar versículos aislados que podemos caer en ciertos engaños que si bien muchos de ellos no te van a matar, muchos de ellos si te van a tener entretenido gastando tiempo, sin que llegues a cumplir tu propósito.

Cuando leas los evangelios puedes encontrar muchas verdades eternas que nos sirven universalmente a todos los hombres, pero también hay cosas que no fueron dichas para nosotros. Voy a poner un solo ejemplo sencillo, si tu te conviertes, y alguien te dice que el que se dice ser cristiano debe andar como él anduvo, entonces tú vas y te circuncidas. ¿Verdad que no? a eso me refiero y aunque te haya parecido gracioso o absurdo este ejemplo, hay gente que hace cosas absurdas solo porque las leyó en la Biblia.

Cristo vino a darte libertad. No lo olvides nunca.

Armando Carrasco Z.

lunes, 12 de mayo de 2008

Ya sabían cómo se llamaba. Lucas 2:21

“Cumplidos los ocho días para circuncidar al niño, le pusieron por nombre JESÚS, el cual le había sido puesto por el ángel antes que fuese concebido.” Lucas 2:21

Jesús nació dentro de los parámetros de la ley judáica, por lo que tenía que guardar dicha ley, y sus padres lo hicieron bien desde el principio y conforme marcaba la ley de los judíos.

Cuando llegó el momento de ponerle nombre no tuvieron la menor duda de cómo se llamaría ya que el ángel les había dado el nombre cuando le dio la noticia a María. Ahora Dios tenía un nombre humano y tenía mucho significado. Yo creo que desde el nombre Dios quiso acercarse al hombre, mira, antes las referencias que se hacían a Dios era como “Yahvé; Dios de los ejércitos” o Dios de poder o Dios Sanador y muchos nombres que hacía referencia a cualidades de Dios. Pero siempre era Yahvé o Señor. Cuando nace Jesús empieza una forma de nombrar a Dios, ahora Jesús le llamaba “Padre” “ mi Padre” le quitó esa distancia que había entre los hombres y Dios con tan solo de nombrarlo.

Jesús significa “Yahvé es salvación” lo cual es impresionante porque el nombre lo dice todo. Con tan sólo en meditar en el nombre podemos conocer el propósito de Dios en la tierra. Él vino a salvarnos. Fue enviado por el Padre para salvarnos. En los nombres por si solos hay una tremenda historia de amor. El Padre manda a su Hijo a salvarnos.

Ahora bien otra cosa muy interesante es que el nombre de Jesús ya estaba dado aún antes de que fuera concebido. Ya se sabía cómo se llamaba. El nombre ya estaba dado.

Cuando Dios nos da un proyecto. Cuando ese proyecto viene de Él muchas veces ya viene con nombre incluido. He platicado con algunos amigos cristianos y en sus proyectos muchas veces no saben cómo se van a desarrollar pero lo primero que tuvieron fue el nombre. Aclaro, no siempre sucede, no es ley, pero hay mucho de cierto porque cuando Dios nos manda un proyecto, este no existe. Tenemos que concebirlo pero antes de concebirlo muchas veces ya “lo vimos” y muchas veces ya sabemos cómo se llama.

Cuando nosotros no hemos vislumbrado el proyecto Dios ya lo tiene todo preparado y hasta el nombre tiene. A veces andamos tan desconectados que no sabes qué es lo que Dios quiere, pero Dios ya tiene el proyecto completo y hasta con todo y nombre.

Es muy importante que aprendamos a recibir de Dios sus proyectos, que pueden parecer “ideas absurdas” pero que realmente son visiones de Dios para que las concibamos y las demos a luz. No menosprecies las ideas que tengas. Cuando Dios te mande una idea, medítala, ora y consulta con algunos de tus amigos cristianos, seguramente vas a encontrar respuesta. Ahora bien no todas las ideas que tengas en la cabeza son de Dios, por eso es que debes sopesar la idea.

Pero una cosa te digo cuando sepas de que sepas que viene de Dios, ponle el nombre que Él te dé y prepárate para concebir.

Armando Carrasco Z

sábado, 26 de abril de 2008

El mensaje lo dice todo. Lucas 2:20

“y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas cosas que habían oído y visto, como se les había dicho.” Lucas 2: 20

Esta es una de las grandes consecuencias que tienen las experiencias espirituales genuinas: Alabar a Dios. Una experiencia de este tipo conduce a la alabanza. Es tanto el asombro tanta la exactitud que nuestro ser se conduce a alabar a Dios.

No sólo vieron escucharon cantar a los ángeles sino que los vieron, y por si fuera poco fueron rodeados de un resplandor de la gloria de Dios. Era suficiente para unirse en alabanza, pero había más todavía, el mensaje del ángel fue sencillo pero preciso. Y cuando fueron a constatar lo del niño envuelto en pañales en un pesebre se quedaron boquiabiertos cuando vieron la escena tal como se las había dicho el ángel.

Estas dos cosas, la espectacularidad de la aparición angelical y la precisión de la profecía hicieron que estos pastores se regresaran en una actitud de alabanza.

Estoy casi seguro que estos pastores no volvieron a ser los mismos, seguramente cuando ellos regresaron las siguientes noches a cuidar a su rebaño su mirada puesta en el cielo era totalmente diferente, ahora acompañaban sus miradas con un “gloria a Dios” de todo corazón.

Durante nuestro caminar cristiano vamos a encontrarnos con algunas “falsificaciones” espirituales donde el chamuco quiere introducirse y plantar engaños y así controlar a la gente.

La mejor forma de conocer la procedencia de lo manifestado es el mensaje, el mensaje lo dice todo, hay mensajes que el enemigo no puede falsificar, puede hacer una voz muy dulce, aún el mensaje puede parecer dulce también pero al analizarlo podemos ver su procedencia.

El mensaje debe ser cristocéntrico. En todos los sentidos. Con el pasar de esta enseñanza veremos los principales puntos que debe llevar pero para el caso de hoy nos bastan dos puntos, Cristo es 100% hombre y Cristo es 100% Dios. Vino en carne y resucitó en carne. Esta es una de las piedras angulares del mensaje que debe llevar toda manifestación espiritual. Cualquier alteración al mensaje cristocéntrico debe mantenerse a la raya.

Es más como este es uno de los puntos más delicados, debemos aprender a ser como María, guardar y meditar todo lo que veamos.

En lo particular creo que debemos poner mucho énfasis en otras enseñanzas de la Biblia más que en las enseñanzas de cosas sobrenaturales, porque tendemos por naturaleza inclinarnos a buscar lo espectacular, pero muchas veces en esa búsqueda perdemos de vista el objetivo principal; que es encontrar a Cristo.

Tus ojos deben estar siempre buscando al Señor, no importando lo espectacular que lo rodee nuestra mirada debe estar centrada siempre en Él.

Armando Carrasco Z.