lunes, 25 de agosto de 2008

Gracias por tu Gracia. Lucas 2:40

“Y el niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios era sobre él.” Lucas 2:40

Bueno, ya vimos en el estudio anterior que todo lo que nace tiene un rumbo de crecimiento y de fortalecimiento. Y vimos también lo importante que resulta llenarse de sabiduría en dicho proceso, pero hoy veremos que de nada sirve crecer y ser fuerte y sabio si no tenemos la gracia de Dios sobre nuestras vidas.

Aquí, en este pasaje dice la gracia de Dios era sobre él. No dice que se esforzó por tener la gracia de Dios, dice que la gracia estaba sobre él. En la Nueva Versión Internacional dice “…y la gracia de Dios lo acompañaba” qué tremendo. Gracia es un regalo de Dios que no merecemos, según el diccionario de la Real Academia española de la lengua dice: Don o favor que se hace sin merecimiento particular; concesión gratuita. Es un regalo por vía de la concesión gratuita. No se tiene que pagar nada, no se tiene que hacer nada para recibirla, Dios da la gracia y punto.

Ahora bien para entender un sesgo de lo que quiere decir este pasaje cambiaremos la palabra gracia por la palabra “favor”, por lo que leeríamos : “y el favor de Dios era sobre él", de hecho en la traducción de Dios habla Hoy dice : “y gozaba del favor de Dios” Esto nos permite ver que Jesús contaba con el favor de Dios. No sólo crecía, no sólo se fortalecía, no sólo se llenaba de sabiduría sino que contaba con el favor de Dios. Cuando nos enteramos de personas que cuentan con el favor del gobernador o con el favor del jefe, que son personas que tienen todo el respaldo de quien le da el favor. Imagínate contar con el favor de Dios. Creo que lo que debemos a prender es a crecer en la gracia, como decía Pablo. Porque sin la gracia somos nada.

La gracia es lo que activa el crecimiento y fortalecimiento. NO hay crecimiento sin la gracia, no hay fortalecimiento sin la gracia aún en el mundo natural se necesita del favor de Dios para vivir. Es el motor de arranque y es el motor de mantenimiento en nuestras vidas. Si tu ministerio, si tu negocio o si tu familia están creciendo y fortaleciéndose, enfócate en cuidar ese crecimiento y da las gracias entendiendo que todo es por gracia. Sin la gracia, no se mueve nada.

Por otro lado podemos concluir que la gracia promueve la sabiduría. Una persona que ha entendió la gracia empieza por buscar ser sabio. Una persona que conoce de la gracia sin el entendimiento de sus propósito fácilmente tergiversa la enseñanza para obtener una licencia de abuso de autoridad. Pero cuando se te abre el entendimiento de la gracia, una de las primeras cosas que buscas es la sabiduría.

Ahora bien, los tres primeros puntos son muy notorios. Cuando algo que nace crece y se fortalece se nota todo mundo se da cuenta, cuando alguien es sabio todo mundo se da cuenta. Pero sucede algo muy curioso, cuando alguien o una empresa o congregación crece, el primer comentario es alabar a la persona o empresa que está creciendo y se dicen frases como “es muy listo” ó “es muy trabajador” ó “es que ora mucho” haciendo totalmente a un lado la gracia. Cuando vemos que alguien crece tendemos a admirarlo a él en lugar de ver quién le da la gracia para llegar a donde está. La gracia es el principal factor de crecimiento. Debemos tener ojos capaces de verlo. Por que sucede que hasta los que empiezan a crecer…ellos mismos creen que por sus habilidades llegaron a donde han llegado, muchos de ellos ni siquiera le dan gracias a Dios por sus vidas, creen que por sus talentos han logrado hacerlo. Una buena pregunta para valorar la gracia en nuestras vidas es ¿Te gustaría que oráramos para que Dios aparte de ti, su gracia por un sólo segundo? Pensarlo nos daría una proporción correcta de lo mucho que significa la gracia en nuestras vidas y lo mucho que dependemos de ella.

La gracia activa el crecimiento y fortalecimiento. La gracia promueve la sabiduría. Lo único que resta decir es gracias por tu gracia.

Armando Carrasco Z.

lunes, 11 de agosto de 2008

Crecer y Fortalecerse. Lucas 2:40

“Y el niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios era sobre él.” Lucas 2: 40

Hay mucha enseñanza en este pasaje. Primero dice que “el niño crecía y se fortalecía” A la manera natural de ver las cosas pues sólo podemos ver que su infancia se desarrollaba como todos los niños normales. Es un principio bíblico de que todo tiende a crecer. Es anormal que un niño no crezca. Lo normal es que crezca y se fortalezca. Cuando una empresa sea cual sea “nace” su paso natural es crecer, por puro principio bíblico y natural. Una congregación , un negocio, una asociación, lo que sea lleva este principio de crecimiento. Es anormal que algo que nace no crezca. Es anormal que algo que nace no se fortalezca. Por eso debemos buscar que nazcan cosas. Porque todo tiende a crecer y fortalecerse.

De igual manera con las cosas de la carne, si tú dejas que algo que “nace” en tu vida, un hábito, un pensamiento, una relación ilícita, lo que sea si lo dejas allí, su ruta natural es crecer. Aquí debemos aprender a abortar lo que viene en camino. Porque si lo dejas crece y se fortalece y después es más difícil sacarlo de nuestras vidas.

En ambos casos es necesario la “mirada de padre” porque cuando se es niño se necesita de los padres al 100%. En esta etapa de su vida Jesús necesitó de unos padres que cuidaran su crecimiento y desarrollo. Al igual nosotros cuando vemos nacer algo debemos cuidar su desarrollo y si es de la carne debemos evitar su crecimiento.

Pero quiero que se te quede bien grabado: La ruta natural y bíblica de todo lo que nace es crecer y fortalecerse, conociendo este principio te puede ayudar a desarrollar tu fe y desarrollar “tus ojos de padre”. Y ver grandes proyectos de Dios empezar con algo pequeño hasta convertirse en enormes obras. Y lo mismo ver una trampa que puede destruir a miles y destruirla a tiempo.

Por otro lado dice que se llenaba de sabiduría. Sabiduría es saber poner en práctica lo has aprendido. Por lo que implica conocer algo. No puedes tener mucha sabiduría si no te aplicas a estudiar los principios de la Biblia. Por el lado opuesto puedes llenarte de mucho conocimiento bíblico pero si no sabes cómo ponerlo en práctica eres carente de sabiduría. Por lo que podemos ver que Jesús no sólo estudiaba la Biblia sino que se llenaba de la sabiduría para poder ponerla en práctica. Conocía muy bien el sistema político de su tiempo así como la economía que se movía. Hizo muchas referencias al dinero y a la política de su tiempo. Tenía un conocimiento de las cosas y cuando había que comentar algo lo hacía con mucha sabiduría. Fueron palabras y frases que llevaban mucho filo, cortaban a cualquiera que las oía. Decir algo sólo por conocerlo es muy diferente a comentar algo con sabiduría. Dos personas pueden hablar del mismo tema con el mismo grado de conocimiento, pero uno de ellos le agrega sabiduría y la diferencia es abrumadora.

Esta es un área donde debemos agregar a aquello que estamos viendo crecer. Cuando abres un negocio o una congregación, su rumbo natural es el crecimiento. Y aquí está lo importante: En ese lapso de crecimiento debes checar que esté llenándose de sabiduría. Para que cuando crezca y se desarrolle su vida sea estable y permanente. De caso contrario tu empresa-sea cual sea- cuando sea grande en tamaño va a sufrir las consecuencia de la falta de sabiduría. Que la principal es no permanecer.

Muchas empresas, negocios, congregaciones, crecen y a la hora de tomar decisiones importantes su falta de sabiduría hace que todo se pierda.

El diccionario dice también que sabiduría es el cuidado en el comportamiento y modo de conducirse en la vida. Cuando ya somos grandes, después de haber crecido y fortalecido descuidamos nuestro comportamiento cuando debería ser al revés. Piensa en esto, de nada sirve crecer y fortalecerse si de pronto lo pierdes todo. Hay que crecer y fortalecerse para permanecer y trascender.

Armando Carrasco Z.