miércoles, 13 de enero de 2010

El llamado permanece. Lucas 6:20

“Y alzando los ojos hacia sus discípulos, decía: Bienaventurados vosotros los pobres, porque vuestro es el reino de Dios.” Lucas 6:20

Este versículo ha sido mal interpretado, se ha querido difundir que para alcanzar el reino de Dios es necesario el voto de pobreza. Pero era mucho más profundo que eso.

Se estaba refiriendo a la humanidad entera. Dios siempre tuvo en su mente que la tierra fuera administrada por el hombre. Que el hombre fuera el embajador de los cielos. Y cuando pecó perdió el derecho de gobernar la tierra y perdió la riqueza de la autoridad divina. Dios le había delegado su autoridad al hombre y la perdió. Su condición fue de extrema pobreza.

Jesucristo nos estaba enseñando que el plan original de entregarle el dominio de la tierra al hombre seguía en pie, aún cuando Él mismo sabía su condición de pobreza del hombre. Pero Él no vio la condición siempre vio el propósito y el destino final.

Los ojos de Jesús no estaban en la condición del hombre sino en la posición que tenía para él. Y esa posición la de delegarle la autoridad en la tierra de Su Reino.

No fue una promesa condicional. No les dijo “si son pobres les doy el reino” no, no y no. Lo que les dijo fue que el Reino ya era de ellos. El reino es de ustedes y no lo saben.

Muchos de la clase media nunca dirán que son pobres. Menos los ricos. Y ellos mismos se hacen a un lado para no entrar dentro del grupo que tiene acceso al Reino. Pero la verdad es que este versículo los incluye. No importa tu posición socio-económica. Si no te has reconciliado con Dios estás en pobreza extrema. Si Dios no habita en ti eres clase social baja. EL primer paso para acceder al Reino es hacer las paces con tu Papá eterno.

El Reino es para los hijos. Que reconocen que sin Dios son pobres. Y que de allí Dios los levanta como reyes para tener dominio y gobierno sobre la tierra. Un dominio que la misma creación anhela ver. Por que la tierra fue creada para que el hombre ejerciera su llamado. Su llamado de gobernar la tierra.

Armando Carrasco Z.

lunes, 4 de enero de 2010

Cristo; accesible para todos. Lucas 6:17-19

“Y descendió con ellos, y se detuvo en un lugar llano, en compañía de sus discípulos y de una gran multitud de gente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón, que había venido para oírle, y para ser sanados de sus enfermedades; y los que habían sido atormentados de espíritus inmundos eran sanados. Y toda la gente procuraba tocarle, porque poder salía de él y sanaba a todos.” Lucas 6:17-19

En este pasaje vemos varias verdades importantes; primero vemos que Jesús descendió con ellos, Él se identificó con Su pueblo y fue a donde ellos estaban, el no puso una oficina central y esperar a sólo a los que quisieran escuchar o necesitar de Él, al contrario, buscó ir a donde estaba Su gente.

También dice que se detuvo en un lugar llano, y una de las definiciones de acuerdo al diccionario de la Real Academia Española dice que llano es un lugar accesible, sencillo y sin pretensiones. Jesús no quería promover el gran ministerio internacional, lo que Él quería era llegar a la gente, en un lugar que fuera accesible para todos. Por eso buscó un lugar llano, donde la gente tuviera acceso a Él y a sus enseñanzas.

Dice que la gente había venido para oírle y para ser sanados… y ser tocados por él. Jesús necesitaba un lugar donde la gente pudiera escucharlo y tocarlo.

Su fama ya se había extendido por todo el territorio y fue gente a buscarlo y a seguirlo. Muchos de ellos tenían enfermedades que no habían podido curar. Ese lugar era un lugar de gente enferma. Todos con la esperanza de que Jesús los liberara de sus enfermedades.

También dice que “…y los que habían sido atormentados de espíritus inmundos eran sanados…” Aquí podemos aprender que muchas de las enfermedades no eran provocadas por causas naturales, sino por efecto producido por un espíritu inmundo. Y sea cual sea la causa Jesús los sanaba.

Jesús no sólo enseñaba acerca de Él y del Reino, sino que también se dedicaba a sanar. No se quedaba con manejar sólo información sino que llevaba a la práctica el poder de Reino.

La gente se empezó a dar cuenta que poder salía de Él y procuraban tocarlo. La unción que Jesús tenía provocaba que la gente sanara. y por eso todo mundo procuraba tocarlo, los resultados eran tangibles y evidentes. Era imposible no darse cuenta que Jesús producía poder para liberar y sanar.

Yo creo que nosotros debemos buscar que Cristo que vive en nosotros en toda su plenitud, se manifieste con los que nos rodean y con aquellos a los que les hablamos de su amor y poder.

Dios puede hacer milagros hoy. Deja que el se manifieste y procura que la verdad de Jesús sea accesible a todos los que te escuchan.

Armando Carrasco Z.