lunes, 19 de noviembre de 2007

Creer, creer, creer. Lucas 1:45

"Y bienaventurada la que creyó, porque se cumplirá lo que le fue dicho de parte del Señor."

Lucas 1:45

Este versículo me tiene impactado. Vamos a empezar por lo que quiere decir bienaventurada, el diccionario explica que significa “Feliz” ó “ afortunado” por lo que la primero que vemos es que Elisabet le dice a María que es afortunada por lo que le ha pasado.

Por lo general cuando leemos “afortunado” como que lo asociamos con mucha suerte, pero la primer definición del diccionario de la Real Academia de la Lengua Española dice que fortuna es un encadenamiento de sucesos considerados como fortuitos. Como cristianos podemos ver que esos asuntos “fortuitos” son realmente sucesos divinos, sucesos donde se ve la intervención de Dios.

Y podemos ver claramente la gracias de Dios para con María, ella no tuvo que hacer absolutamente nada para recibir lo que recibió, ella fue escogida, seleccionada por gracia. Y Elisabet le dice “afortunada”. Pero lo que sigue también nos da un panorama, porque inmediatamente después le dice “la que creyó”. No dice “afortunada porque creyó” sino “la que creyó”. Que quede claro que la gracia de Dios fue absoluta.

María ni siquiera fue escogida por que creyó. Sin embargo lo hizo. Después dice “porque se cumplirá lo que le fue dicho de parte del Señor” nótese que la frase quiere decir que María es bienaventurada porque se va a cumplir lo que Dios le prometió, no porque ella haya creído.

Con esto no quiero minimizar la fe que tuvo María para creerle a Gabriel su mensaje, en las primeras clases estudiamos la diferencia entre María y Zacarías, uno que dudó y la otra que creyó pero vimos que a los dos se le cumplió lo anunciado.

Cuando Dios te anuncia algo dalo por hecho de que sucederá, cuando Dios habla se cumple, eres “afortunado” aún antes de que recibas lo que Dios te ha anunciado. Procura ser como María, ser un creyente de lo que Dios anuncia.

Ahora bien, la clásica pregunta; ¿cómo puedo saber qué me está anunciando Dios? La respuesta es fácil, pero no tanto el ponerla en práctica. Hay dos formas. Una que es cuando Dios en su soberanía te manda un mensaje estés en la condición que estés, en otras palabras, no importa si oras, no importa si estas leyendo tu Biblia, no importa si te congregas, Dios se las ingenia para hablarte y que estés seguro que es Dios. Esto no sucede muy a menudo pero sí llega a suceder, por lo general es cuando Dios tiene un anuncio que no puedes dejar de escuchar.

Pero la otra forma es un tanto más difícil, es aprender a escuchar la voz de Dios, es aprender a conocer cómo habla él, de hecho es una de las primeras cosas que se restauran cuando uno nace de nuevo. Pero debemos crecer en reconocer su voz, dice la Biblia que los suyos oyen su voz, la reconocen y la siguen.

Parece fácil, pero cuando vamos creciendo como cristianos las cosas se complican, empezamos a tener más conocimiento, a tener mas “experiencia”, mas “tablas” y vamos perdiendo, sin darnos cuenta, nuestra capacidad de oír Su voz, Su preciosa y Su invaluable voz. Creo que debemos esforzarnos diario a escuchar su voz, es más todas nuestras decisiones deberían estar basadas en lo que escuchamos de Él.

Armando Carrasco Z.

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