lunes, 11 de febrero de 2008

Crece y manifiéstate. Lucas 1:8

"Y el niño crecía, y se fortalecía en espíritu; y estuvo en lugares desiertos hasta el día de su manifestación a Israel." Lucas 1:8

En este sólo versículo veremos varias cosas importantes:

Número uno; dice que “Y el niño crecía”, cuando uno lee por primera vez esto parece exageradamente obvio. Es natural que todos los niños crezcan, es lo normal que todos los niños se desarrollen, anormal y antinatural es que no lo hagan. Pero yo creo que podemos detenernos en esto, cualquier cosa que nace de Dios; su naturaleza es crecer, desarrollarse. Cuando Dios te da algo es casi imposible que no crezca. Si deja de hacerlo hay algo anormal. Es un principio divino. Así que si Dios te da un negocio su naturaleza es crecer. No te desesperes y deja que tu negocio crezca o esa promesa que estás dando a luz, dale su tiempo que empezará por naturaleza a crecer.

Punto dos; dice “Y se fortalecía en espíritu” esto es aparte del crecimiento natural de las cosas, el fortalecerse en el espíritu sólo puede hacerse por conductos divinos, principalmente por su palabra, también puede hacerse por la meditación en Su palabra y por la fe, cuando te conviertes a Cristo puedes empezar un crecimiento “natural” de conocimiento, pero fortalecerte en espíritu es otra cosa, lo que debes hacer es buscar toda aquello que haga más fuerte tu espíritu.

Punto tres; “y estuvo en lugares desiertos hasta el día de su manifestación a Israel” el desierto siempre ha tenido mucho que ver con el pueblo de Dios desde los judíos al liberarse de Egipto hasta Jesucristo que fue llevado al desierto y hasta nuestros días que en ocasiones somos llevados a “desiertos”. El desierto es sinónimo de soledad. Es en esas soledades que aprendemos a escuchar Su voz, a veces el bullicio de la ciudad, de nuestro trabajo, de nuestra vida diaria hace que no podamos escuchar la voz de Dios, entonces somos llevados al desierto donde no hay nada de ruido, donde no hay muchas distracciones y podemos poner atención a Su voz.

Punto cuatro: Dice también “hasta el día de su manifestación…!, como hemos estado estudiando, todo tiene su tiempo y todo tiene su hora. Si en alguna ocasión te Dios te ha dado la noticia de que tu oración ha sido escuchada y respondida, entonces no te afanes, créele, camina y da pasos de fe, y confía en ese día donde se va a manifestar lo que Dios ha hecho contigo.

Déjame decirte que cuando Dios manifiesta algo, todo se altera, el ambiente espiritual se rige por su mandamiento, las cosas se alinean a su mandato. Dice el diccionario que manifestar es poner al descubierto, eso es precisamente lo que Dios hace con nosotros, nos descubre y exhibe lo que Él ha hecho con nosotros, queda asentada su gloria en nuestras vidas, la gente puede ver que Dios está en medio de nosotros.

Armando Carrasco Z

No hay comentarios: