jueves, 12 de junio de 2008

Como la tos y el dinero. Lucas 2:25-27

“Y he aquí había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, y este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él. Y le había sido revelado por el Espíritu Santo, que no vería la muerte antes que viese al Ungido del Señor. Y movido por el Espíritu, vino al templo. Y cuando los padres del niño Jesús lo trajeron al templo, para hacer por él conforme al rito de la ley…”
Lucas 2: 25-27

Hay varias cosas que debemos analizar en este pasaje, este hombre Simeón había tenido una revelación del Espíritu Santo en la que entendió que no moriría sin antes ver al Ungido del Señor, esto es a Cristo. Esta revelación que recibió transformó su vida entera. Cuando Dios te da un mensaje de ese calibre tu vida no puede ser la misma, el sabía que no podía morir si primero no veía a Cristo. El lo sabía, imagínate que Dios te diga algo parecido, simplemente estarías a la espera.

Pero vemos que dice que “el Espíritu Santo estaba sobre él” estas son las pequeñas frases que a mi en lo particular me fascinan. Muchos hablan de la universalidad del Espíritu Santo. Pero cuando vemos que dice específicamente y detalladamente que estaba sobre él podemos ver que el Espíritu Santo puede estar sobre una persona o no. Una cosa es que como cristiano recibas a morar dentro de ti a Dios y otra es que esté sobre ti. Lo que yo puedo decir es que es una manifestación de su presencia. No estoy hablando de su omnipresencia que está en todos lados, sino de su presencia manifiesta. Dios manifestándose con una persona y en una persona. En un momento y lugar determinado, no es como su omnipresencia, que está en todo lugar y a toda hora, sino que Dios se manifiesta en un lugar y en una hora específica. Tanto que la agente que lo ve no puede negar su manifestación. Si no fuera así nadie hubiera sabido ni se hubieran dado cuenta que el Espíritu Santo estaba sobre Simeón. Es notorio, cuando el Espíritu Santo está sobre una persona, es algo así como la tos y el dinero, no se puede ocultar, o como dice el anuncio de Chivas Regal, se tiene o no se tiene.

En personal creo que muchos de los que han entendido esto también han abusado de manipular el auditorio para que se manifieste su presencia, pero la genuina manifestación no se puede imitar. Porque los frutos son innegables, si vas a una reunión que hacen todo un show para que Dios se haga presente y no hay fruto tangible, el que sea, crecimiento en la palabra, amor, perdón, sanidad interior, sanidad física, el que sea pero tangible, porque muchas veces hay reuniones muy emotivas que en el momento decimos “qué fuerte se sintió la presencia de Dios” pero cuando todo se termina y analizamos los frutos vemos que sólo fue emoción, sin embargo cuando en una reunión, tal vez sin mucho show, se manifiesta, lo primero que queda impregnado es el fruto, podemos decir cosas tangibles de esa reunión.

Pues este Simón tenía una genuina manifestación de su presencia en su propia vida y era notorio, Dios le hablaba en persona, le decía exactamente lo que sucedería, estaba Simeón tan familiarizado con la voz del Espíritu Santo que cuando fue movido por Él, no tuvo la menor duda y se dirgió al templo justo cuando José y María estaban presentándolo en el templo.

Era un momento espiritual importante, la presentación del Hijo de Dios en el Templo, cumpliendo con todas las ordenanzas de la ley. Era el momento de la presentación. Y fue en ese momento que Simeón reconoció que Jesús era el Ungido del Señor, el Cristo.

Dice la Biblia al principio de este pasaje que Simeón esperaba la conslación de Israel, cuando caminas un tiempo con el Espíritu Santo una de las cosas que suceden es que estás sensible, puedes tener la dimensión coerrcta de lo que está pasando espritualmente. La mayoría de la gente esperaba ver un Rey natural para que retituyera a Israel, un Rey que reconquistara la tierra, pero Simeón no, el esperaba al Ungido como un consuelo para su pueblo, el veía la dimensión correcta de lo que estaba sucediendo en el plano espritual. Cuando tú andas en el Espíritu y su presencia se va manifestando contigo, estás en sintonía con lo que está sucediendo en los terrenos espirituales.

Armando Carrasco Z.

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