“Cuando ya era de día, salió y se fue a un lugar desierto; y la gente le buscaba, y llegando a donde estaba, le detenían para que no se fuera de ellos. Pero él les dijo: Es necesario que también a otras ciudades anuncie el evangelio del Reino de Dios; porque para esto he sido enviado. Y predicaba en las sinagogas de Galilea.” Lucas 4:42-44
En este pasaje vemos que Jesús también se cansaba, por eso creo que al amanecer lo primero que hizo fue buscar un lugar desierto para despejarse un poco. En México llamamos “engentar” cuando alguien pasa mucho tiempo con la gente y queda uno aturdido y cansado. Yo creo que algo parecido la pasó a Jesús y por eso busca un lugar desierto, pero la gente no lo entendió y lo siguió.
Y no sólo eso sino que le pedía que se quedara con ellos más tiempo. Esta gente había visto tantos milagros, había visto tantas cosas sobrenaturales que querían que Jesús se quedara con ellos. Y dice la Biblia que la gente lo detenía. Estaban tan maravillados con lo que Jesús estaba haciendo que trataron de convencerlo a que se quedara. Pero aquí vemos algo bien interesante, Jesús no se queda. De alguna manera sabía que la popularidad que se incrementaba de él era por sus milagros y no por su mensaje. Por eso inmediatamente les dice Es necesario que también a otras ciudades anuncie el evangelio del Reino de Dios; porque para esto he sido enviado. La salvación del hombre es lo más importante para Jesús. Su ministerio incluía las sanidades y las liberaciones pero no eran lo más importante. Tal vez la gente empezó a poner demasiada importancia en sus milagros y no tanto en el mensaje por eso la respuesta de Cristo.
En la actualidad sucede lo mismo. Creo que esa actitud del hombre no ha cambiado en nada. Queremos ver lo espectacular de una sanidad milagrosa. Pero no le damos importancia al mensaje de la verdad presente. Y créeme que yo no sólo soy un creyente de los milagros y del poder de Dios, soy de los que lo buscan. Creo en ello. Pero con los años me he dado cuenta de la enorme valía de la verdad presente y procuro no dejarme empañar por los espectacular de los milagros.
Los milagros todavía existen, el poder de Dios sigue igual. Pero no dejemos que por buscarlos perdamos de vista cuál es la verdad presente que Dios está hablando a la Iglesia en estos días. Mucha gente se quedó estancada en los milagros y no se hadado cuenta que Dios está moviendo a la Iglesia. Busca el milagro y ha perdido de vista al que hace los milagros.
Dios es un Dios de amor y por ese amor enorme es que nos ayuda con respuestas sobrenaturales para sacarnos de nuestros problemas o enfermedades o ataduras. Pero Él quiere que lo conozcamos mejor y que caminemos a su lado. No atrás de Él, no adelante de Él, sino a su lado. Creo que es muy válido orar por una sanidad, creo que es muy válido liberar a los oprimidos. Pero por favor nunca quites tu vista de Aquel que te ama y que dio su vida por ti.
Estoy seguro que un día Dios va a contestar nuestras oraciones con mayor potencia y cantidad. Creo que es algo real que sucederá en la Iglesia, pero estoy convencido que es nuestro deber no dejarnos llevar por lo sobrenatural, al grado de perdernos en la búsqueda del milagro.
Este pasaje termina diciendo que predicaba en las sinagogas, en otras palabras, no sólo liberaba a los oprimidos, no sólo sanaba a los enfermos, sino que predicaba, se dedicaba a la enseñanza de la palabra y se dedicaba a anunciar el evangelio del Reino. Creo que nosotros debemos seguir su ejemplo, debemos incluir lo sobrenatural pero no debemos dejar de predicar el evangelio de la gracia.
Ahora sólo quiero hacer una aclaración. En ese entonces Jesús vino a predicarle al pueblo judío, por eso se dirigía a las sinagogas, pero en la actualidad el mensaje de la gracia es para todo mundo, no sólo debemos enseñar en las congregaciones, debemos llevar su mensaje a todo el mundo.
Armando Carrasco Z
miércoles, 13 de mayo de 2009
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