lunes, 1 de octubre de 2007

Dios quiere que le creas. Lucas 1:31-34

Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón.

Lucas 1:31-34

Aquí vemos que la reacción de María fue completamente diferente a la reacción de Zacarías, podemos ver que María no hizo una pregunta para pedirle una “prueba” de la veracidad del anuncio, tal como lo hizo Zacarías, él le pregunta a Gabriel cómo saber si lo que le decía era cierto, mientras que María le pregunta cómo va a suceder, lo cual es muy diferente.

María tenía fe, Zacarías estaba tan acostumbrado a ministrar que se le había hecho una costumbre, se le había hecho una religión, a tal grado que duda que su oración sea contestada.

Así nos pasa a muchos de nosotros, cuando después de mucho tiempo de estar ministrando nos acostumbramos a lo que hacemos y perdemos de vista lo que realmente importa y cuando alguien nos da la noticia de que nuestra oración ha sido contestada queremos pedir “pruebas”, vale la pena hacernos un pequeño examen para saber si lo que estamos haciendo está libre de rutinas y mecanismos que nos alejen de Dios.

Zacarías era un sacerdote, se supone que llevaba una relación directa con Dios para ministrarlo. Debemos estar alertas de no perder nuestra relación fresca y natural con Dios por una rutina sistemática, un primer paso para entrar en ese ritmo de vida es tener actividad sólo por la actividad.

La actividad se disfraza de “ministerio”, pero realmente sólo son cosas por hacer, nada tienen que ver con nuestra relación genunina con Dios.

Otra cosa que vemos es que es válido preguntarle a Dios cómo suceden las cosas, es más, es un síntoma de que la relación está sana, cuando te cuestionas y vas y le preguntas a Dios sobre el tema, y sabes qué es lo más hermoso, que Dios te responde.

Si, ya se que no siempre, pero eso se lo dejamos a su soberanía, pero quiero decirte que muchas veces te responde, así que pregúntale todas tus dudas, si alguien alguna vez te ha profetizado y te ha dado una palabra que sabes de que sabes de que sabes que es verdad, no dudes en preguntarle cómo se realizará.

Muchas veces nuestras preguntas se basan en hechos reales y tangibles de la vida diaria, así como María que preguntó cómo sucederían las cosas ya que no estaba casada y no había tenido relaciones.

A veces creemos que Dios se va a enojar si le preguntamos desde nuestro punto de vista humano y limitado. Dios no se enoja, él quiere que le creas y después si quiere, te lo explica, pero para agradarle es necesario tener esa fe.

Lo más importante en esta tierra es que nuestra relación con Dios no se deteriore. Que no se haga una rutina mecánica que nos convierta en seres religiosos, sino buscar la forma de tener siempre una relación fresca, genuina y real con Dios.

Sólo quiero recordarte algo que dice la Biblia, que para agradarle a Dios es necesario creer que hay Dios y que es galardonador de los que le buscan.

Armando Carrasco Z.

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