lunes, 16 de marzo de 2009

Mantente a raya. Lucas 4:27-30

“Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo; pero ninguno de ellos fue limpiado, sino Naamán el sirio. Al oír estas cosas, todos en la sinagoga se llenaron de ira; y levantándose, le echaron fuera de la ciudad, y le llevaron hasta la cumbre del monte sobre el cual estaba edificada la ciudad de ellos, para despeñarle. Más Él pasó por en medio de ellos y se fue.” Lucas 4:27-30

Aquí vemos cómo continua la enseñanza del texto que estudiamos anteriormente. Jesús está en la sinagoga y les está enseñando que hay algunas personas que son elegidas por parte de Dios para hacerles algún milagro. En su soberanía, Dios el Padre selecciona y elige a algunos, pero dice en el pasaje que todos se llenaron de ira. No dice que los escribas o sacerdotes, dice que todos. Les enojó lo que Jesús les estaba diciendo al grado que quisieron matarlo.

Yo en lo particular creo que ya habían llegado al punto de creer que ellos eran los merecedores de las bondades de Dios sólo por su linaje de Abraham, confiaban mucho en que eran descendientes de Abraham y creían que por sólo ese hecho eran merecedores de todas las bondades de Dios, entonces cuando Jesús les habla de la gracia, soberanía y elección de Dios, se llenan de ira y tratan de matarlo.

Lo curioso de este caso es que los israelitas no tenían que haberse enojado porque ellos fueron escogidos, dentro de todos los pueblos de la Tierra ellos fueron elegidos, le enseñanza de Jesús debió de darles gusto y sentirse agradecidos pero en su corazón ya había otras cosas y lo externaron tratando de matarlo.

Lo más tremendo de esto es que sigue sucediendo en la actualidad, muchos creen que porque pertenecen a una determinada congregación, o porque son miembros de una iglesia, o porque está dentro del mover más fresco de Dios ya son merecedores de las bondades de Dios. Y cuando alguien les habla de la soberanía, de la gracia y de la elección de Dios para alguna personas, se llenan de ira.

Alguien ha dicho que las personas religiosas están dispuestas a matar por defender lo que creen, pero que los que son realmente guiados por Dios, están dispuestos a dar su vida por lo que creen. Gran diferencia. Unos son los perseguidores y otros los perseguidos, así ha sido siempre, el hijo de la esclava persigue al hijo de la libre. Siempre ha sido así.

Por eso, en el estudio anterior enfatizamos porqué debemos comprender que Dios es infinitamente superior a nosotros, porque algunas veces empezamos a creer que lo podemos todo y que podemos entender a Dios de manera cabal y que aún sus hechos podemos darles explicación, haciendo a un lado toda humildad. Con el tiempo dejamos de ser agradecidos y más tarde surge la soberbia y después la caída. Y cuando alguien habla de la gracia, de lo sobrenatural, del poder, de soberanía y de tantas cosas que no podemos entender y explicar al cien por ciento, entonces surge la ira.

Un buen consejo para mantenernos siempre “ a raya” es reconocer que sólo Dios es Dios y siempre dar las gracias por todo lo que os da, ser agradecidos es un hábito que nos mantiene sensibles a lo que verdaderamente somos. Dependemos totalmente de Él. Somos muy frágiles, el nos sostiene y mantiene. Nuestra vida depende de Él.

Una buena prueba para conocer el estado de nuestro corazón es ver cómo reacciona cuando alguien nos habla de la gracia, de la soberanía, del poder de Dios. Dependiendo de nuestra reacción es como debemos actuar. Si surge una especie de ira, empecemos por dar las gracias por todo lo que recibimos.

Amigo, amiga. No hay nada más hermoso que poder descansar en Dios, sabiendo que sólo Él es Dios y que nuestra vida depende de Él, y que no por no entender muchas de sus cosas nos hace menos espirituales, el nos ama siempre, pase lo que pase, su amor es eterno e inmutable. Dios te ama.

Armando Carrasco Z.

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