lunes, 30 de marzo de 2009

Matarlo a como de lugar. Lucas 4:29-30

“y levantándose, le echaron fuera de la ciudad, y le llevaron hasta la cumbre del monte sobre el cual estaba edificada la ciudad de ellos, para despeñarle. Más Él pasó por en medio de ellos y se fue.” Lucas 4:29-30

Aquí hay una enseñanza que puede servirnos de guía. Muchas veces el hombre enojado trata de matar a su enemigo abiertamente con un arma o con lo que sea pero abiertamente, pero otras veces tratan de matarte llevándote a lo más alto. Porque saben que de una caída alta es muy difícil que te levantes, en este pasaje la gente quería matar a Jesús físicamente, pero podemos aprender de este pasaje que muchas veces la gente te quiere llevar a la cima sólo para ver cómo te caes.

La ira siempre se manifiesta de varias maneras, una de ellas es que la persona enojada quiere ver el motivo de su enojo desecho y qué mejor que despeñado.

Una forma de llevarte a “la cumbre” es la alabanza, cuando una persona te alaba y te alaba con mucha insistencia, casi es seguro que sus motivos están equivocados, porque es muy obvio pero aún así habemos muchos que no nos damos cuenta y empezamos a creer que efectivamente somos los mejores y que estamos en lo más alto de nuestra carrera. Y dice la Biblia que después de la soberbia viene la caída. El que se enaltece será humillado. Y eso el enemigo lo sabe muy bien.

Y de eso quiero hablar cuando me refiero del enemigo, muchas veces la gente actúa queriendo llevarnos a una cumbre para vernos caer. Pero del que debemos tener cuidado es del enemigo que con sutilezas hará que se “nos suban los humos” para que el orgullo y la soberbia sean sembrado y que cuando menos lo esperemos se produzca una caída.

Un punto importante para analizar es que lo primero que hace es “sacarte de la ciudad” que podemos interpretar como del lugar seguro donde tienes tus familiares y amigos que te pueden ayudar, que sales de los límites que te protegen por naturaleza. Es tanto tu orgullo que no te das cuenta que te están aislando y llevándote lejos de la ciudad, te deslumbra “la cumbre” y sigues caminando.

El propósito final de llevarte a “la cumbre” es para despeñarte. Cuando estés en lo más alto basta con un pequeño empujón para tirarte.

Quiero hacer un a aclaración, los principios que estamos hablando aquí del despeñadero no tienen nada que ver con la actitud perfecta de nuestro Señor Jesucristo. Porque el no fue llevado a una cumbre “mental” o interna en las emociones, a Él lo querían matar físicamente, estoy aprovechando el punto donde vemos un proceso que utiliza el enemigo para hacernos caer a nosotros.

Aclarado este punto estudiemos la parte final del pasaje, dice la Biblia que Jesús “…pasó en medio de ellos y se fue”. Jesús estaba libre de toda presión, tanto que pudo pasar en medio de ellos y salir de esa situación.

Y de este pasaje vamos a aprender algo; la gente estaba presionando a Jesús para caminar a la cumbre para despeñarlo, puedo ver que la gente camina rumbo a la cumbre de frente y de repente Jesús camina enfrentándolo y pasa en medio de ellos. Eso es lo que debemos aprender, cuando tenemos una presión muy fuerte de algún enemigo que quiera llevarnos al despeñadero, debemos enfrentarlo, no tiene la fuerza sobre nosotros y podemos pasar en medio de ellos. La presión, sea cual sea siempre te empuja, y la mejor forma de deshacerte de ella es enfrentándola.

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