lunes, 17 de agosto de 2009

La fe de los amigos. Lucas 5:18-20

“Y sucedió que unos hombres que traían en un lecho a un hombre que estaba paralítico, procuraban llevarle adentro y ponerle delante de él. Pero no hallando cómo hacerlo a causa de la multitud, subieron encima de la casa, y por el tejado le bajaron con el lecho, poniéndole en medio, delante de Jesús. Al ver él la fe de ellos, le dijo: hombre, tus pecados te son perdonados.” Lucas 5:18-20

Este pasaje completo habla de la sanidad de este paralítico pero nos vamos a detener aquí para ver algunas cosas importantes de estos versículos. Para estas alturas de la fama de Jesús, ya había una gran expectativa de la gente, ya no se preguntaba si Jesús podía o quería sanar, la gente estaba convencida de que Jesús sanaría a las personas que llevaban, hay versículos en la Biblia que dicen que Jesús sanaba a todos los enfermos. Entonces la gente estaba segura que si llevaba a sus enfermos, éstos sanarían. Bajo ese ambiente se presentan estos hombres llevando un paralítico para que lo sane Jesús y se topan con un problema, con un gran problema; había demasiada gente, tanta, que no podían pasar a ver a Jesús. Y yo creo que primero hicieron el intento de llegar a Él, pero al pasar el tiempo y no poder presentarlo ante Jesús, se les ocurrió llevarlo por el techo. Y todos se sorprenden y al final logran su objetivo.

Pero antes veamos algunas cosas, primero, hay situaciones en la vida en la que tenemos que depender de los amigos. Hay situaciones en las que nos encontramos sin poder movernos. Tal vez no tengas una parálisis física, tal vez estés metido en algún problema o situación extrema en la que no puedas moverte. Y necesitas de terceros para poder ir a donde está tu milagro. Por eso tienen mucho valor nuestros verdaderos amigos, aquellos que están dispuestos a hacer un esfuerzo extra con tal de que recibas tu milagro. Y por otro lado si somos amigos debemos entender que muchas veces nuestros amigos están en situaciones donde no se pueden mover, que están paralizados por una situación extrema. Y debemos tomarlos y llevarlos, si es preciso, por medios por no recorridos.

Cuando Jesús los ve, dice la Biblia que “…al ver Él la fe de ellos…” la fe se demuestra con hechos. De nada hubiera servido que sus amigos hubieran llevado al paralítico al lugar donde estaba Jesús, y cuando llegaran, decir: “no se pudo amigo, todo está lleno, no hay lugar para ti…” y dejarlo en su misma condición. No. la fe hace que te muevas a tal grado que recibas el milagro. Muchas veces el milagro está dispuesto para ti o para tus amigos pero requiere de un mayor esfuerzo para llegar a él, no me preguntes porqué, pero así es. No lo entiendo, porque se que todo lo que recibimos es por gracia. Pero por alguna razón, en algunas ocasiones debemos ir hasta el lugar mismo donde está el milagro, teniendo que superar todas las barrearas. Y no pasemos por alto que Jesús vio la fe de ellos, no sólo del hombre enfermo.

Ahora bien, cuando Jesús vio a este hombre lo obvio era que Él les dijera: “hombre eres libre de tu enfermedad”. Y listo, pero no, Jesús lo primero que le dijo “Hombre, tus pecados te son perdonados”. Esta respuesta no se la esperaba nadie, ni el enfermo, ni los amigos, ni los fariseos, ni nadie de los presentes. Los sorprendió a todos. Lo primero que vio Jesús en este hombre no fue su condición física sino su condición espiritual, que es más importante y de mayor trascendencia que una enfermedad. Jesús primero lo trasladó del reino de las tinieblas al reino de la luz. Eso era lo importante. Lo que para nosotros es obvio y lo que para nuestros ojos es la primera necesidad, para Jesús es totalmente otra cosa, para él es más importante nuestra condición espiritual que nuestra condición física. Y sí, a Dios también le interesa sanarnos y que estemos saludables, pero Él sabe que lo más importante es la parte espiritual.

Creo que esta es una excelente manera de recapitular que Jesús nos enseña con el ejemplo, que no se limitaba sólo a dar predicaciones o sermones, sino que su misma vida, nos enseña. Nosotros también debemos preocuparnos más por el estado espiritual de la gente, es la eternidad lo que está en juego. Y claro también interesarnos por sus problemas físicos como lo veremos en el siguiente estudio.

Armando Carrasco Z.

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