lunes, 7 de septiembre de 2009

Oración de gobierno. Lucas 5:24-26

“Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la Tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico): A ti te digo: Levántate, toma tu lecho y vete a tu casa. Al instante, levantándose en presencia de ellos, y tomando su lecho en que estaba acostado, se fue a sus casa, glorificando a Dios.” Lucas 5:24-26

En esta parte del pasaje podemos aprender mucho de la oración gubernamental. La oración de gobierno se basa principalmente en tres puntos; primero en conocer la voluntad del Padre, segundo, en tener fe para saber que estamos orando por algo que Dios quiere y tercero hacer oraciones de mandato.

A veces oramos para que Dios bendiga lo que hacemos, y no pasa nada y a veces hacemos lo que Dios bendice y suceden las cosas aún sin que oremos. Simplemente porque estamos haciendo lo que Dios bendice. Estar en Su voluntad es ganancia. Ahora, saber su voluntad por lo que vamos a orar es un principio poderoso para tener oraciones respondidas. Jesucristo sabía exactamente lo que quería el Padre y oró de acuerdo a Su voluntad. Muchas veces alguien se nos acerca y nos pide que oremos por el o ella, y por inercia oramos, sin ni siquiera preguntarle a Dios cuál es su voluntad. No podemos decirle a la gente “no voy a orar por ti porque no es la voluntad del padre” pero si puede cambiar mucho qué oramos y cómo lo oramos.

Una vez que conocemos la voluntad de nuestro Padre entonces debemos orar con la fe de la seguridad que estamos orando de acuerdo a Su voluntad. Pareciera que al saber Su voluntad, inmediatamente tendríamos fe para orar o hacer las cosas de acuerdo a Su voluntad, pero no es así. Muchas veces conocemos Su voluntad y aún así no tenemos fe para seguir adelante. Una cosa es saber cuál es la voluntad de Dios y otra muy diferente es creer que Dios va a actuar. Una oración con fe es muy diferente a una oración de esperanza.

La oración de fe provoca que cuando oremos lo hagamos dando mandatos específicos. Jesús no oró diciendo “Padre, te ruego que tomes en cuenta mi oración y esperamos que por imponer las manos este hombre paralítico sane…” No, Él no oró así, él dio la orden, él dijo “Levántate, toma tu lecho y vete a tu casa”. Esa es una oración de gobierno. Es una oración que nos muestra todo un patrón. Debemos aprender mucho de este tipo de oraciones. Yo creo que Dios está esperando que oremos de esa manera, creo que cuando lo hagamos muchas cosas en este mundo van a cambiar. Y creo que cuando una persona empieza a orar de esta manera su entorno cambia dramáticamente.

Ojo; al estudiar estas líneas podemos emocionarnos y querer hacer sólo el punto tres y vamos a estar orando dando órdenes por todos lados. Pero recuerda que sólo es una parte de la oración gubernamental. La parte más importante es la de conocer la voluntad de nuestro Padre. Y para conocer la voluntad de Dios se requiere que lo conozcas, que sepas cómo piensa, cómo siente, que conozcas su voz. Requiere de llevar una relación de amistad con Dios. No es lo mismo pedir una cita con el presidente que hablarle por teléfono como amigo. Conocer la voluntad de Dios implica tener una relación personal con Él, verdadera, no sólo decir que somos cristianos y orar y leer la Biblia sólo cuando nos reunimos los domingos.

Tampoco quiero decir que la única forma de orar sea gubernamental. Hay varias clases de oración, que las veremos a lo largo de este estudio de Lucas.

Armando Carrasco Z.

No hay comentarios: