miércoles, 3 de septiembre de 2008

Inteligencia y buenas respuestas. Lucas 2:41-48

“Iban sus padres todos los años a Jerusalén en la fiesta de la pascua; y cuando tuvo doce años, subieron a Jerusalén conforme a la costumbre de la fiesta. Al regresar ellos, acabada la fiesta, se quedó el niño Jesús en Jerusalén, sin que lo supiesen José y su madre. Y pensando que estaba entre la compañía, anduvieron camino de un día; y le buscaban entre los parientes y los conocidos; pero como no le hallaron, volvieron a Jerusalén buscándole. Y aconteció que tres días después le hallaron en el templo, sentado en medio de los doctores de la ley, oyéndoles y preguntándoles. Y todos los que le oían, se maravillaban de su inteligencia y de sus respuestas. Cuando le vieron, se sorprendieron; y le dijo su madre: Hijo, ¿por qué nos has hecho así? He aquí, tu padre y yo te hemos buscado con angustia.” Lucas 2: 41-48

Esta fue una situación como la que pasan muchos padres con sus hijos. Que de repente se les desaparecen de su vista pero meditemos un poco, cuando se nos desaparece un hijo de nosotros en la calle por unos minutos entramos en una angustia indescriptible, ahora imagínate ¡tres días! Sinceramente creo que María y José ya estaban desesperados por no encontrar a su hijo. Esas noches sin su hijo debieron haber sido interminables. Yo creo que durmieron muy poco.

Lo curioso es que la reacción de José y María fue la misma que la de muchos padres de hoy, cuando vieron a Jesús, lo primero que hicieron fue regañarlo, y fíjate que le dice “Hijo, porqué nos hecho así…” inmediatamente le echó la culpa a su hijo, igual que hacemos los padres de hoy. En esa edad la responsabilidad es de los padres. Porque los doce años es una edad de transición, es una edad donde los padres deben estar tanto o más al pendiente que cuando tenía 3 años. Esa edad de la adolescencia necesita a los padres muy de cerca. Pero cuando nos sucede algo así, actuamos inmediatamente echándole toda la responsabilidad a los hijos, No les decimos “perdóname que te perdí de vista” sino que inmediatamente igual que María decimos “¿porqué me haces esto?”. Vemos que José y María eran tan humanos como tú y como yo.

Analizando el versículo 47 dice que se maravillaban de su inteligencia y de sus respuestas, la palabra que se usa en este pasaje es "sunesis". que quiere decir rapidez de aprensión. El Nuevo Pacto usa dos términos para entendimiento; prhonesis y sunesis. La phronesis representa el lado práctico de la mente. Mientras que sunesis el lado que analiza y discierne. Por lo que podemos ver mas panorámicamente cuando conocemos el término de la palabra. Así que parafraseando el versículo lo podemos leer así: se maravillaban de su capacidad de analizar y discernir. Jesús a su edad ya tenía una buena dosis de analizar la Palabra y de discernirla. Tanto que los que lo escuchaban se maravillaban.

En lo particular creo que estas dos porciones en nuestro entendimiento deben ser desarrolladas desde que somos pequeños, tanto en lo natural como en lo espiritual. Analizar y discernir. Porque nos van a ser de gran utilidad en nuestra vida. Para mi esta es la razón de porque tantos cristianos metemos la pata muy seguido, por carecer de estas dos características que Jesús ya tenía a los doce años.

Analizar dice el diccionario es el estudio minucioso de una obra, de un escrito o de cualquier otro objeto de estudio intelectual. En otras palabras deberíamos tener el hábito de estudiar minuciosamente la Palabra. Y el diccionario dice que Discernir es Distinguir una cosa de otra, en otras palabras distinguir entre el bien y el mal. Entre la verdad y la mentira, parece ficción pero muchos cristianos no tienen la capacidad de distinguir entre su mano derecha de su mano izquierda. Si podemos desarrollar estas características en nuestras vidas desde temprana edad nos vamos a evitar muchos problemas.

También dice que se maravillaban de sus respuestas. y no es otra cosa que el resultado de ser analítico y tener buen discernimiento para dar buenas respuestas, de igual manera, cuando los cristianos demos buenas respuestas el mundo se va a quedar maravillado. La inteligencia (la sunesis) y las buenas respuestas siempre hacen que el mundo se maraville.

Armando Carrasco Z.

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