lunes, 27 de octubre de 2008

Es tu Papá. Lucas 3:21-22

“Aconteció que cuando todo el pueblo se bautizaba, también Jesús fue bautizado; y orando, el cielo se abrió, y descendió el Espíritu Santo sobre él en forma corporal, como paloma, y vino una voz del cielo que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia.” Lucas 3:21-22

Este relato está muy esperanzador e impresionante. Empezamos viendo que ya había un furor en el pueblo judío por bautizarse. Todo mundo quería hacerlo, había un hambre y expectativa por lo que Dios estaba haciendo que todo mundo corría a bautizarse. La única forma que había en ese momento era bautizarse, muchos de ellos conocían a la perfección lo que la ley exigía para estar a cuentas con Dios, pero con el pasar de los años se daban cuenta que no era suficiente, que llevar un sistema religioso bastaba para estar bien con Dios, y ahora que se presenta la oportunidad de restablecer su comunión con Dios la única manera que encontraban a la mano era el bautizo de Juan. Se preparaba el terreno para la manifestación de Cristo en la Tierra.

Y en medio de ese “mover” del bautizo de Juan, aparece Jesús y también se bautiza. Y dice la Biblia que estaba orando cuando sucedieron tres cosas tremendas, Punto uno dice que el cielo se abrió, en lo natural podemos interpretar que las nubes se hicieron a un lado o que resplandeció más el sol, pero creo sinceramente que se refiere a algo más que eso, el cielo se abrió nos habla de una actitud de Dios para con Jesús, diciéndole, Hijo mío este cielo es tu casa y todo lo que hay en él es para ti, a partir de hoy puedes hacer uso de todos los recursos que hay en el cielo.

Punto número dos
, dice que descendió el Espíritu Santo en forma de paloma, esta parte del pasaje me fascina, porque vemos al Espíritu Santo entrar en acción y vemos que a partir de allí Jesús empieza a manifestarse a los hombres, ahora quiero hacer un comentario al margen, a través de toda la Biblia vemos que Dios se presenta al hombre de maneras muy diferentes una con otra y casi nunca se repite, se presentó como una zarza ardiendo, se presentó como una nube, como columna de fuego, como un silbo apacible, en fin de muchas maneras, y en esta ocasión no es la excepción y se presenta como paloma. Ahora bien, creo personalmente que Dios, al presentarse de maneras diferentes lo hizo para que el hombre no encajonara a Dios con un símbolo o imagen. Y siento que lo mismo hizo con la paloma, pero el hombre ha querido encajonar al Espíritu Santo con una paloma y ahora hay de todo tipo de souvenir con una palomita refiriéndose al Espíritu Santo. No estoy en contra de usar imágenes para comunicar algo, es más he escrito un libro acerca del asunto, sin embargo si estoy en contra de creer que el Espíritu Santo es una palomita. No, no y no. El Espíritu Santo es Dios y es una persona. Y está aquí en la tierra, es la promesa cumplida de que no quedaríamos huérfanos.

Punto tres, dice la Biblia que se oyó una voz del cielo que decía Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia. Dios confirmando su relación de Padre con Jesús. Vemos en los evangelios que Jesús nunca llamó a Dios por Jehová, sino que siempre le habló por “Padre”.

Ahora imagínate que un día se abran los cielos para ti, que Dios te de a entender que todos los recursos del cielo están disponibles, que se manifieste el Espíritu Santo en tu vida y que se escuche la voz diciéndote: Tú eres mi hijo amado; en ti tengo complacencia. Jesús ya recorrió el camino. Todo está listo para que busques a Dios como Papá. Te lo dejo de tarea.

Armando Carrasco Z.

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