martes, 11 de septiembre de 2007

Pon orden en tu vida. Lucas 1:1-4

"1 Puesto que ya muchos han tratado de poner en orden la historia de las cosas que entre nosotros han sido ciertísimas, 2 tal como nos lo enseñaron los que desde el principio lo vieron con sus ojos, y fueron ministros de la palabra, 3 me ha parecido también a mí, después de haber investigado con diligencia todas las cosas desde su origen, escribírtelas por orden, oh excelentísimo Teófilo,
4 para que conozcas bien la verdad de las cosas en las cuales has sido instruido."

Lucas 1:1-4


Fueron tantas cosas que sucedieron en ese entonces que todo parecía confuso, una historia sin principio ni fin.

Para nosotros ha sido fácil comprender un poco mejor la cronología de los hechos porque ya están armados los libros, pero en ese entonces era tanta la información, tantos los hechos y tantas cosas que se sucitaron por Jesús, que era necesario ordenar las cosas para presentarlas.

A veces en la vida de nuestros compañeros de trabajo o amigos que tenemos en el mundo es una vida tan complicada, con tanta información, con tantos problemas que se necesita darle orden, muchas veces, no siempre, pero muchas veces el puente perfecto para empezar a ministrar una vida, es ayudar a aclarle el panorama.

Muchas veces Dios está tan cerca de ellos pero el caos de las circunstancias no permiten que la gente lo vea, y tu labor puede ser tan simple pero importante como ordenar la información y presentársela.

En el versículo tres podemos ver que Lucas hizo un trabajo profesional de investigación, no se basó en los rumores ni fantasías, sino que investigó a profundidad y con diligencia los acontecimientos.

El ordenar el panorama a alguien implica ser diligente en nuestra información que tenemos, no hables de suposiciones, háblale de hechos reales, eso demuestra que no le hablas “al tanteo” esto genera confianza, no quiere decir que vas a ponerte de investigador privado para conocer su vida, pero si quiere decir que vas a prestar atención a las cosas que él te dice, a las cosas que él hace, y a las cosas que suceden alrededor de él.

En la parte final del versículo 3 y todo el 4 vemos algo que no podemos perder de vista, el libro estaba dirigido a Teófilo y que él ya había sido instruído en el mensaje del Reino.

Aquí también podemos aplicar que muchas veces podemos ministrar a otros cristianos con el hecho de aclararles el panorama ordenando las cosas. Los cristianos no están excentos a vivir tiempos de problemas y situaciones adversas o situaciones que los envuelven de tal manera que en un momento determinado creen que Dios no está con ellos.

Aquí también puedes aplicar este principio, muchas veces por estar ajenos y ver desde afuera otro ángulo de las cosas podemos ver claramente el panorama y presentarlo de manera ordenada. Y empezar a ver la solución que Dios tiene para ellos.

Armando Carrasco Z

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